Carla López salió de su casa el lunes, 20 de febrero, en torno a las 9:00 horas. Tenía que abrir la clínica en la que trabajaba que estaba ubicada a tan solo 350 metros de su domicilio.

Antes de emprender el camino se encontró con su vecina, que recuerda que la vio normal, sin que pareciera estar agitada o desorientada, pero le extraño que se fuera en dirección a la playa y no hacia la clínica. Su vecina no le dio mucha importancia porque creyó que tendría el día libre.

Pero Carla no acudió a abrir el centro y su móvil dejó de emitir señal sobre las 10:15 de ese mismo día. Cuando denunciaron su desaparición y los Mossos entraron en su vivienda en busca de pruebas encontraron la cartera de la joven, de solo 36 años. 

Los últimos mensajes que conocían de Carla habían sido enviados a su novio, con el que había pasado la noche. A las 08:00 horas la joven le escribió a su pareja para decirle que se encontraba en el tren, camino de su casa y antes de irse a trabajar.

Le decía que lo quería y le deseaba una buena mañana. Él contesto a esos mensajes con una nota de voz a las 10:32 horas, pero ese mensaje ya no lo llegó. Preocupado, volvió a insistir a las 11:03 con otro audio, pero el móvil de Carla se había apagado. La última conexión de la joven fue a las 09:45.

A pesar de que investigaron el entorno más cercano de la desaparecida, los agentes no daban con ninguna pista sobre su paradero hasta que durante el día 23 de febrero, jueves, la chica apareció en Malgrat de Mar, una localidad situada a 10 kilómetros de donde se le perdió la pista.

Según han adelantado medios locales, la joven entró en una farmacia bastante desorientada y los trabajadores la reconocieron, por lo que llamaron a los Mossos d’Esquadra, que se desplazaron de inmediato al establecimiento.

Carla López decía que se encontraba bien, pero que estaba aturdida y que no recordaba nada de lo que le había pasado los tres días que ha estado desaparecida. Por este motivo la chica fue trasladada al hospital de Calella, otra localidad cercana, para que se le realizara un examen médico que les permitiera conocer qué le ha podido pasar.

Una vez que se le realicen las pruebas pertinentes los Mossos procederán a hablar con ella con el objetivo de esclarecer lo sucedido y, sobre todo, si hay alguien implicado en su desaparición.

Su familia y amigos habían difundido carteles por la población y por las redes sociales, que también compartió la Policía Local. El dispositivo de búsqueda se había ampliado a los servicios marítimos ya que fue vista por última vez a 100 metros de la playa, tal y como comunicó el alcalde de Pineda de Mar, Xavi Amor.