Causa criminal

Siete meses sin Mónica: esto es todo lo que se sabe de su desaparición

Mónica en fotos extraídas de sus redes sociales

Mónica en fotos extraídas de sus redes sociales / REDES SOCIALES

Mónica de la Llana tiene 45 años y un hijo de 22. Desapareció el 21 de julio en la localidad de La Morera de Montsant, en Tarragona. Había ido allí para pasar unos días junto a un chico con el que llevaba entre seis y ocho meses saliendo.

Mónica trabajaba de manera eventual como camarera, por lo que no tenía unas rutinas muy repetitivas en su vida. Ese fue el motivo por el que su familia no le dio importancia a su ausencia durante los primeros días después de que no se supiera nada de ella.

Las alarmas saltaron cuando su madre trató de contactar con ella para comunicarle que iban a intervenirla quirúrgicamente y su teléfono no daba la señal. Tal y como contó su hermana, María Jesús, a los medios de comunicación, aunque Mónica fuese una persona muy independiente, que faltara a la operación su madre se les hizo muy raro.

El siguiente evento familiar en el que se ausentó fue su cumpleaños, que era el mismo día que el de su hijo y que vive con la abuela. Fueron motivos más que suficientes para que su familia denunciara la desaparición de Mónica de la Llana.

La investigación la llevarían a cabo Mossos d’Esquadra, cuyo punto de partido se situó en la pareja de la víctima, vecino de La Morera y principal sospechoso de lo que pudo pasarle a la chica.

Los hechos

El 19 de julio Mónica contactó con una amiga. Le comentó que no se sentía bien junto a su pareja porque la trataba mal y quedó con ella para almorzar el 21 de julio en Reus, también en Tarragona 

En uno de los mensajes que le mandó a través de Whatsapp le dijo: “estoy viviendo con un chico que no se porta nada bien conmigo, he tenido un ataque de ansiedad y de asma”.

Un día después le confirmó a esta misma amiga que lo estaba recogiendo todo para marcharse al día siguiente. “Vine a la Morera de Montsant para estar tranquila y me encuentro con un tío que hay que hacer lo que él diga y me condiciona a no poder ser yo”, le confesaba en otro mensaje.

El 21 de julio era jueves. Mónica tenía que trabajar ese fin de semana pero no se presentó ni a la comida con su amiga ni al bar en el que trabajaba.

Según contó el novio de la joven, ese día ella le pidió que la llevara la estación de autobuses más cercana para coger un autocar que la llevara hasta Reus, pero su versión no casa ni con las conexiones del móvil de la desaparecida ni con lo que las personas que estaban en la estación vieron.

Según los conductores de autobuses que ese día estaban haciendo el trayecto que Mónica tenía que hacer, ninguno de ellos recuerda a una chica con las características de la víctima.

Además, en un análisis realizado al teléfono de ella, que está apagado desde ese día, su móvil nunca estuvo en dicha estación de autobuses. La última actividad que tuvo el dispositivo fue por una llamada que salió desde su terminal hasta el de su pareja a las 07:50 del día 21. Esa llamada duró tres minutos.

Los Mossos trabajan ahora en el clonado de la SIM del móvil para ver si hay alguna información que arroje algo más de luz al caso.

En declaraciones recogidas por El Programa de Ana Rosa, la pareja de Monica sostuvo unos meses después del suceso que le dijo a la familia que no sabía nada de ella cuando lo llamaron para preguntarle: “mira, no la he visto. Estuvo aquí en julio pero cuando se fue me dijo que iba a trabajar y desde entonces no se nada”.

Reconoció, además, que no se encontraba bien con todo lo que estaba sucediendo. “Desde que vinieron los Mossos, la verdad es que me cogió como algo de nervio y ansiedad”. Y, compungido, dijo que hasta le dejó “un vestido que tenía ella y cuatro cosas, como siempre hacía, que se dejaba la casa llena de trastos y de cosas”.

A pesar de tratar de defenderse, los investigadores lo tienen a él como principal sospechoso de la desaparición de la joven.

Entrevista a la hermana

Siete meses después de la desaparición, CASO ABIERTO, portal de sucesos e investigación de Prensa Ibérica, ha entrevistado a María Jesús, hermana de Mónica. Ésta ha comentado que “es durísimo” y que pensaban que todo se resolvería en unos días. “Pero después de analizar todo, los Mossos d'Esquadra nos han reconocido que pinta mal", ha lamentado.

También ha comunicado que "no se sabe a ciencia cierta cuándo desapareció”. Según se ha podido reconstruir, la última persona que la vio es su pareja.

"Miramos su Facebook y su última publicación era anterior", concretamente del 18 de julio, ha confirmado la hermana. Esto le hizo preocuparse porque la víctima era una persona muy activa en redes. Otra de las cosas que la tienen inquieta es que en este tiempo no ha habido movimientos ni en sus cuentas bancarias ni en las tarjetas sanitarias para retirar la medicación para el asma y la ansiedad de la que Mónica dependía. 

La investigación ahora

María Jesús también ha confesado que, según lo que le han contado sus amigas, en la relación de Mónica "había escenas de malos tratos. Golpes... discutían. Él le pegaba,y creo que mi hermana a él también".

Además también ha criticado que su pareja no haya contactado con la familia de la víctima. Si bien es cierto que aun no se conocían, María Jesús ha comentado que le resulta sospechoso que no hayan recibido ni una sola llamada por su parte.

Los investigadores se centran en sus últimas conversaciones, su ubicación, sus contactos, gracias al clonado de su teléfono. A la familia le consta que están haciendo todo lo posible por encontrar a Mónica.

Sin embargo, ella misma cree que a su hermana le han hecho algo, que su desaparición no fue voluntaria y que nunca más la verá con vida.  

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