Hallan a un hombre brutalmente asesinado y su hijo dice que fueron unos ladrones

Guardia Civil en una foto de archivo
Guardia Civil en una foto de archivo / EFE
Carmen P. Acal

24 de abril 2023 - 19:48

La Guardia Civil ha detenido a un chico de 19 años después de que éste llamara al número de emergencias 112 confesando que había matado a su padre.

Los hechos tuvieron lugar el viernes, 21 de abril, en Esteiro, una parroquia del municipio de Muros, en A Coruña. En torno a las doce de la madrugada los servicios de emergencias recibieron una alerta.

Al parecer una persona estaba pidiendo asistencia médica porque había resultado herida. Sin embargo, cuando los sanitarios llegaron al domicilio indicado se encontraron a dos hombres: el joven de 19 años y su padre, de 59, ya fallecido y por el que no pudieron hacer más que confirmar su defunción. El hijo, por su parte, presentaba varias heridas en la cabeza y fue trasladado a un centro hospitalario para que se las curaran.

Cuando los sanitarios se personaron en la vivienda el chico contó que habían sido víctimas de de un robo y que habían sido los ladrones quienes habían matado al hombre. Los investigadores, sin embargo, no lo creyeron. En vista de que el cuerpo del padre presentaba signos de violencia, la Policía Judicial de la Guardia Civil se está haciendo cargo de investigar el caso y esclarecer lo sucedido.

El escenario

Cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron al lugar de los hechos se encontraron la casa destrozada. El cadáver del hombre estaba en la cocina con el cráneo abierto a consecuencia de haber recibido, según parecía, muchos golpes con un arma blanca que podía encajar con un hacha.

Según detalla TVG, los vecinos de la víctima ya oyeron los golpes tres horas antes de la llamada del hijo al servicio de emergencias. De hecho en este intervalo de tiempo y según comentaron algunos testigos, el chico salió de casa y volvió poco después.

Los investigadores creen que podría haber ido a esconder el arma del crimen, que todavía no ha sido localizada. Lo que creen que pasó posteriormente es que, con el objetivo de despistar la investigación, se hizo una herida él en la cabeza él mismo en la cabeza y luego llamó al 112.

La relación entre padre e hijo no era nada buena y, según las primeras investigaciones, las discusiones y amenazas entre los dos eran habituales. Los vecinos de la zona describen al chico como un joven conflictivo con problemas con las drogas.

Por su parte, el padre era muy conocido en la localidad, donde había regentado un bar durante muchos años, aunque hacía un tiempo que estaba cerrado porque se había prejubilado.

Tras una inspección del escenario del presunto crimen y la recogida de posibles pruebas, los primeros indicios apuntan a que el hijo es el autor de la muerte de su padre. Por este motivo el joven ha sido detenido y trasladado al cuartel de Boiro con signos de encontrarse bajo los efectos de las drogas.

Se le ha hecho una evaluación psicológica antes de que los agentes le tomaran declaración para saber qué pasó. Durante la mañana del 24 de abril el presunto homicida ha pasado a disposición judicial y va a ser un juez de Muros quien lo interrogue.

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