El día 30 de diciembre, en la discoteca Sutton de Barcelona, una chica de 23 años fue presuntamente agredida sexualmente por el ex lateral derecho del FC Barcelona y del Sevilla Fútbol Club, Daniel Alves.

La chica había acudido al local con dos amigos y fue invitada a la zona VIP en la que se encontraba el brasileño. Allí, él intentó, según relata la víctima, que ella pusiera sus manos sobre sus genitales, a lo que se negó.

Después la condujo hacia un aseo de pequeñas dimensiones en el que permaneció con ella durante 15 minutos. Allí, la joven cuenta que él la forzó para que le realizara una felación pero al ver que ella no quería la penetró vaginalmente, sin su consentimiento. 

Cuando la chica logró salir del baño, visiblemente afectada por lo sucedido, acudió a contarle lo ocurrido a sus amigos y después a las personas de seguridad de la discoteca, que rápidamente activaron el protocolo vigente para los casos de agresiones sexuales en lugares de ocio nocturno.

La víctima denunció el 2 de enero y como pruebas aportó el informe médico que le hicieron la noche de los hechos, que corroboraba que había sido sometida y que tenía restos biológicos en su vagina, y la ropa que llevaba esa noche.

Además los Mossos recogieron las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca, en las que se veía cómo el futbolista perseguía a la chica.

Prisión preventiva

El pasado 13 de enero la jueza titular del Juzgado número 15 de Barcelona decretaba la prisión provisional y sin fianza para el ex jugador brasileño de fútbol Daniel Alves, por haber violado, presuntamente, a una chica en la noche del 30 al 31 de diciembre del año pasado.

Lo hizo después de escuchar sus, hasta ahora, tres declaraciones que han sido contradictorias y que no lo están ayudando para que se le declare inocente. El jugador ha pedido volver a declarar una cuarta vez.

La decisión de la jueza se ha tomado por varios motivos entre los que están el riesgo de fuga, dado el alto poder adquisitivo de Alves y la falta de arraigo a España y el riesgo a que destruya pruebas, entre las que están amenazar a la víctima para que retire su denuncia.

En un primer momento el deportista ingresó en la prisión de Brians 1, donde pasó tres noches. Luego se estimó que era más oportuno que estuviera en la cárcel de Brians 2, ya que en ella hay menos presos por módulo (unos 80) y la mayoría ya están condenados por lo que llevan a cabo una vida más rutinaria y tranquila.

Esto sucede en situaciones en las que las personas que ingresan en prisión son conocidas o han sido policías, con el objetivo de garantizar su seguridad y facilitar la convivencia.

Alves actualmente está acompañado de otro reo que lo está ayudando a adaptarse y, mientras tanto, la causa sigue estando activa y a la espera de un camino que se va a extender, posiblemente, durante varios años.

La prioridad actualmente de la defensa, es decir, de Dani Alves y sus abogados, es que éste salga de prisión. La de la acusación (la víctima) es que se haga justicia. De hecho la chica ha renunciado a cualquier tipo de indemnización compensatoria.

Práctica de diligencias

Mientras que Alves sigue en la prisión de Brians 2 de forma preventiva, la jueza encargada del caso seguirá practicando diligencias en la investigación. Esto quiere decir que se seguirá investigando sobre lo sucedido y se continuarán recogiendo pruebas en caso de que haya nuevos datos que puedan aportar información al caso.

Recurso a la Audiencia Nacional

El primer paso que puede dar los abogados de Alves es el de reunir pruebas que hagan tambalear la versión de la chica y que se las presentes a la jueza que lo ha enviado a prisión, pero esto es posible que no suceda dado que no parece que haya nuevas pruebas.

Por eso el paso que ahora, casi con toda seguridad darán los abogados de Alves, será el de presentar un recurso a la Audiencia Nacional de Barcelona al auto de prisión, para intentar que lo liberen. 

La Audiencia, por su parte, puede ratificar la decisión de que Alves permanezca en prisión o bien dictar una nueva situación para el reo: dejarlo en libertad pero con limitaciones como la retirada de su pasaporte y la obligación de presentarse periódicamente en el juzgado para que, así, no se fugue.

 El plazo para presentar este recurso a la Audiencia de Barcelona es de 5 días pero la respuesta de este órgano puede dilatarse varias semanas, mientras que Alves seguiría permaneciendo en prisión.

Fase de enjuiciamiento y sentencia firme

Desde que se registra la denuncia hasta que se celebra el juicio por el caso puede pasar de un año a año y medio. Con la nueva ley de Libertad Sexual la horquilla de penas para estos casos está entre los 4 y los 12 años de cárcel.

Si tras la sentencia la defensa no estuviera de acuerdo con ella, puede volver a presentar un recurso, en primer lugar al Tribunal Superior de Justicia y, en segundo lugar, al Tribunal Supremo. Si esto sucediera la sentencia firme no llegaría hasta 2025, por lo menos.

Los plazos podrían acortarse solo en caso de que el jugador reconociera los hechos y empezara a cumplir condena o si aparecieran pruebas que lo exculparan, puesto que de esa forma se archivaría la causa.

De lo contrario, y puesto que la chica ha pedido que no se la indemnice, Alves no entraría en prisión, en caso de ser condenado, hasta dentro de dos años como mínimo.