En imágenes inéditas recogidas por Telecinco de la declaración durante el juicio por la muerte y desaparición de Juana Canal, el autor confeso aseguró ante la jueza instructora del caso que las discusiones entre Juana y él eran frecuentes y que en varias ocasiones ella lo agredía a él de forma leve. “Había agresiones físicas pero de, a lo mejor, arañazos. Poca cosa”.

Cuando la magistrada le preguntó si solo era ella la agresora, el detenido contestó que sí “salvo en una ocasión, que le di un empujón y ya está. Cayó al suelo y ya está”. No se refería a la vez en que acabó con la vida de Juana sino a una anterior.

El día en que Juana murió a manos de Jesús Pradales ésta, según el agresor, le profirió patadas y lo insultó tanto antes de que llegara la policía, a la que había llamado Juana, como después, cuando los agentes se marcharon. Además lo amenazó con un cuchillo e incluso llegó a agredirlo y tuvo que ir al médico: “de hecho me hizo algún corte en la mano”, declaró.

Pradales sostuvo que la acalorada discusión se produjo en varias partes de la casa, como el salón o el domitorio, pero que en ningún momento lanzaron ningún objeto. Según argumentó en uno de los momento en que Juana se le acercó por el lateral éste la golpeó en el cuello, mortalmente, y ella cayó al suelo boca arriba. “Yo no sabía qué hacer, estaba ‘acojonado’. Había llamado a la policía que decía que la estaba agrediendo y ahora estaba muerta. Encima Sergio estaba a punto de llegar”, relató ante la magistrada.

Días después del suceso Pradales presentó una denuncia porque “quería encubrir un poco la desaparición de Juani y no sabía cómo”. Comentó durante la vista que “ojalá hubiera llamado en ese momento a alguien que la encontrase” mientras se emocionaba, pero no lo hizo. Bajó todas sus pertenencias y se fue a casa de sus padres. Nunca más volvió a la vivienda de Juana.

Tres años después de este suceso Jesús Pradales fue detenido por malos tratos a la que entonces era su pareja. Así consta en el sumario en el que figuran los antecedentes policiales de Pradales sin llegar a tener ninguna condena por ellos. La Policía Nacional de Getafe le detuvo en esa fecha por un delito de atentado a la autoridad y malos tratos a su pareja al "agredirla en la parte de atrás de una gasolinera, en presencia de los hijos menores" de la mujer.

Constan además otras dos detenciones practicadas por la Guardia Civil, en diciembre de 2003 y mayo de 2005, por delitos contra la seguridad del tráfico y otros.