Sibora Gagani tenía 22 años cuando desapareció. Ella era de Albania pero desde pequeña había estado viviendo en Italia junto a su familia, por lo que contaba con la nacionalidad de este país. En 2009 Sibora conoció a Marco y comenzó una relación sentimental con él.

Estuvieron juntos en Italia durante más de un año y cuando la chica cumplió los 18 decidió emigrar a España junto a su novio, que entonces tenía 31 años. Ambos se trasladaron hasta Torremolinos, en Málaga, y para mantenerse, ella comenzó a trabajar en un par del pueblo.

Ya allí Sibora, que hablaba a diario con su madre, le llegó a contar a su madre que tenía muchas discusiones con Marco y que no la trataba bien. La madre de Sibora, Elisabetta, se extrañó porque no le había dado la impresión de que Marco fuera una persona violenta, parecía alguien normal, pero se preocupó por la situación de su hija.

Unos meses más tarde Sibora le comunicó a su madre que tenía intención de acabar con la relación y para ello había alquilado un ático donde poder vivir sola. Fue estando allí cuando un día de julio de 2014 la joven dejó de dar señales de vida y su madre se temió lo peor.

Ante la incertidumbre decidió contactar con Marco y a pesar de que se denunció su desaparición éste solo le dijo que la chica se había marchado sin dar explicaciones y que, posiblemente, habría vuelto a Italia. Todas sus pertenencias estaban en su casa pero no había rastro de ella. El 7 de julio su teléfono móvil se apagó. Su madre y su hermana, Kseva, siempre sospecharon que quien estaba detrás de la desaparición de Sibora era Marco.

Investigaron su desaparición

Aunque el caso fue muy sonado en Italia, en España no fue tan mediático. A pesar de ello los investigadores abrieron diligencias y trabajaron para tratar de esclarecer lo sucedido. Todas las sospechas se dirigieron a Marco pero nunca encontraron indicios sólidos que les permitiera incriminarlo, por eso el caso quedó pausado. 

Fue una amiga de la familia de Sibora la que lee la noticia de que están buscando a Marco como presunto autor del asesinato de Paula en Torremolinos. Esta chica reconoció al hombre que también había sido pareja de Sibora, que se encontrabaja desaparecida, por eso se puso en contacto con su familia para contarle lo que acababa de leer.

Tanto la madre de la joven como su hermana, ambas residentes fuera de España, tenían sospechas de Marco desde el momento en que Sibora desapareció en 2014, por eso trataron de contactar con las autoridades españolas.

La confesión de Marco

“Quiero colaborar porque esto me va a perseguir toda la vida”. Estas fueron las palabras que Marco le dijo a un agente, de manera improvisada, durante uno de sus traslados después de ver un cartel con la fotografía de Sibora Gagani.

El detenido reconoció en aquel momento que había acabado con la vida de su expareja hace nueve años y que la había emparedado, aunque no ubicó el lugar exacto de la casa en el que había ocultado su cadáver. Más tarde, ya en presencia de la jueza y de su abogada, Marco se retractó y trató de hacer creer que se lo había inventado todo.

Dada la gravedad de lo que le había contado al agente, decidieron indagar sobre su veracidad a pesar de que luego se retractara. 

Investigación y hallazgo del cuerpo

En el domicilio señalado por Marco residía actualmente otra familia que no dudó en dejar que los investigadores trabajaran en la causa. En total han sido cuatro las inspecciones que se han hecho no solo a la vivienda sino a todo el edificio, con la colaboración de todos los vecinos y vecinas del mismo.

En los primeros registros los investigadores trataron de dar con el muro en el que podría haberse ocultado el cuerpo de la joven, sin resultado. Realizaron varios agujeros en la pared e introdujeron micro cámaras para dar con los posibles restos biológicos. No ha sido hasta el martes, 6 de junio, en la cuarta inspección, cuando han conseguido hallar el cadáver, que presumiblemente debe ser el de Sibora, oculto entre dos paredes, dentro de un cajón de madera.

Los restos hallados ya han sido extraídos y trasladados al Instituto de Medicina Legal de Málaga para que puedan ser analizados y se confirme, mediante el cotejo del ADN, que se trata de la chica de origen albanés.

La posible pena

De confirmarse el origen de los restos óseos y debido al laxo temporal que hay entre los dos crímenes Marco podría ser juzgado por, al menos, dos delitos de homicidio ya que será algo difícil demostrar si hubo premeditación en la muerte de Sibora.

De esta manera Marco se enfrentará a dos juicios distintos y podrá ser condenado, como máximo, a 25 años de prisión. La investigación continúa por el momento abierta y bajo secreto de sumario.