El pasado 24 de enero los agentes que siguen buscando, a destajo, el cuerpo del pequeño hallaron una pierna y parte de una cadera que han sido enviadas al Instituto de Medicina Forense de Toledo para que sean analizadas.

Estos hallazgos se ha producido después de que el día 21 se encontraran las manos y el torso del pequeño, cuyo análisis del ADN ya ha determinado que pertenecían a él. Anteriormente lo primero que se encontró fue su pie, lo que demostraría que ambos primos sufrieron una muerte aparentemente similar para acabar en el vertedero de Toledo.

Los menores desaparecieron el 10 de diciembre en el distrito madrileño de Carabanchel, después de salir de un supermercado al que había ido para comprar unos bocadillos. Lo hicieron por voluntad propia y se desplazaron hasta Toledo, donde Fernando, el mayor de los dos y de 17 años, tenía una expareja a la que tenía prohibido visitar.

A ella nunca la llegó a ver pero de ellos no se volveria a saber nada hasta que a comienzos de enero apareció el cuerpo sin vida de Fernando en el vertedero de Toledo. Luego lo haría el de Ángel pero en condiciones mucho peores ya que ha sido descuartizado.

Aunque la hipótesis principal con la que trabaja la Policía es con la de que los chicos han sufrido un accidente, la familia de ambos cree que hay alguien detrás de sus muertes y no dejan de pedir que se investigue el caso hasta esclarecer qué les sucedió.

Por eso las miras están puestas en la chica a la que posiblemente Fernando quería ver antes de desaparecer y en su familia. Dada la delicada situación tanto ella como sus padres han tenido que abandonar su domicilio por las múltiples amenazas que estaban recibiendo.

Puesto que los investigadores no descartan ninguna hipótesis estos acudieron a la vivienda acompañados de especialistas de la Policía Científica para recoger posibles pruebas. Además siguen buscando el resto del cuerpo en el Ecoparque de Toledo, en un área cercada similar a la de un campo de fútbol que contiene unas 10.000 toneladas de residuos.

Con la autopsia se podrá determinar si el descuartizamiento del cuerpo se produjo por la maquinaria de la propia estación o si alguien lo ejecutó así como también se podrá conocer si los menores ingirieron alguna sustancia que los durmiera.

Mientras tanto el caso sigue bajo secreto de sumario.