Causa criminal

Todo lo que se sabe hasta ahora sobre el caso de los niños de Carabanchel

Foto de los menores desaparecidos.

Foto de los menores desaparecidos.

El pasado 10 de diciembre dos menores de edad, de 11 y 17 años, desaparecían en el barrio madrileño de Carabanchel por la tarde. Sus nombres son Ángel y Fernando y eran primos entre sí.

Antes de que se les perdiera la pista, ambos se encontraban con un familiar que se había quedado esperándolos en una lavandería, situada a 50 metros de donde estaban, mientras ellos iban a un supermercado a comprar unos bocadillos.

No volverían a aparecer, por lo que a las horas sus padres presentaban una denuncia en la comisaría de Policía del distrito. Lo que se creía es que los dos se habían marchado de forma voluntaria, con unos 15 euros en los bolsillos según comentaron sus familiares en un primer momento.

El trayecto de los menores

Cuando se revisaron las cámaras de seguridad del supermercado se vio cómo los primos salían del establecimiento tranquilamente y por su propio pie. De allí se fueron a la estación de metro de Oporto, tomaron el transporte y se bajaron en Marqués de Vadillo.

Después es posible que se desplazaran andando hasta la estación de autobuses, desde donde cogieron un autobús dirección Toledo para bajarse en la estación de autobuses de esta ciudad.

En torno a las 19:00 unas cámaras de seguridad los grabaron en las inmediaciones del Hotel Zentral Mayoral de Toledo, de tres estrellas. No se sabe si pasaron allí la noche o no, puesto que ambos eran menores de edad.También hay imágenes que los sitúan en el centro comercial Luz del Tajo, en el interior de una tienda donde podrían estar comprando ropa.

La teoría inicial de que llevaran 15 euros no casa con todo lo que hicieron durante esa tarde, en la que en ningún momento aparecían con otra persona. Según han recabado los familiares, los chicos llevaban unas semanas ahorrando y parecer ser que podrían haber llegado a reunir unos ochenta euros. Toda esta información ha sido recogida por El Programa de Ana Rosa, de Telecinco.

Los familiares creen que después de esa tarde alguien les tuvo que hacer algo y no confían en la teoría de la policía de que se hubieran resguardado en un contenedor de basura porque lo encuentran inverosímil. Creen que antes habrían preferido refugiarse en un soportal o en algún cajero automático cubierto. Es por esto por lo que están pidiendo que quien crea que los pudiera ver contacte con la Policía para facilitarles la información que tengan.

Lo último que se sabe al respecto de este llamamiento es que han recibido testimonios que resultan reveladores para la investigación y que ya está en conocimiento de quienes se encargan de resolver el caso. 

Hallazgo de Fernando

El día 15 de diciembre, cinco días después de que a los chicos se les perdiera la pista, unos trabajadores del Ecoparque de Toledo, un vertedero al que llegan restos de basura de casi 200 municipios, encontraron, en la zona de clasificado de residuos, el cuerpo sin vida de una persona en muy mal estado. En un primer momento se pensó que se trataba de una mujer joven de origen latino, por sus rasgos, pero tras unas minuciosas pruebas de análisis de sus huellas dactilares comprobaron que el cuerpo pertenecía a Fernando, el mayor de los primos, de solo 17 años.

Autopsia y comunicación a la familia

Como consecuencia de lo mal que encontraron el cuerpo fue muy difícil el estudio que se le realizó para conocer su identidad, que de hecho se extendió durante cinco días. No se supo hasta el 20 de diciembre de quién se trataba.

Con la autopsia se conoció que el chico había muerto asfixiado, quizás por falta de oxígeno o quizás por la inhalación de algún gas tóxico. Lo que sí se pudo confirmar es que la asfixia no había sido mecánica, esto es, que nadie lo había estrangulado. El mal estado del cadáver se debía, por tanto, a los propios golpes sufridos durante el proceso de recogida y clasificado de la basura, en la que había estado el chico. No eran contusiones ante morten.

También se conoció que no hacía mucho tiempo que había muerto, posiblemente entre los días 11 y 12 de diciembre, poco después de marcharse del supermercado.

A pesar de que la identificación del cuerpo se produjo el 20 de diciembre y de ello se hizo eco Luís Rendueles a través del medio El Periódico de España, en su sección Caso Abierto, a la familia no se le confirmó que habían encontrado los restos de Fernando hasta un día después. De hecho, sus padres se enteraron de lo sucedido por los medios de comunicación.

Tras la necropsia los padres no quedaron conformes con los datos que ésta arrojaba y comentaron a los medios que iban a solicitar una segunda prueba pero luego se aclaró que el análisis daba una conclusiones preliminares, que son las que se compartieron con la familia, y que el estudio toxicológico tarda un par de meses en conocerse. Será gracias a éste cuando tengan más datos sobre lo que le sucedió a su hijo. No siempre sucede pero los expertos han concretado que a veces esos análisis finales cambian un poco lo que dice el estudio inicial.

Entierro y críticas de colectivos gitanos

Tras la identificación del cuerpo también por la familia, que en este caso pudo realizarse gracias a un tatuaje que tenía el chico, se procedió a su entierro dos días después.

Desde algunos medios de comunicación se comenzó a comentar que el móvil del crimen podría deberse a un ajuste de cuentas entre clanes gitanos, ya que la víctima lo era, pero fueron tanto los familiares como algunos activistas gitanos quienes pidieron que no desviaran la atención de la investigación que se estaba llevando a cabo. Los chicos, según afirman, no tenían problema con nadie y su familia era muy conocida en el barrio.

También se habló de que Fernando, que se acababa de casar y esperaba un hijo, había ido a visitar a una antigua pareja que tenía en Toledo pero se ha probado que la chica y él no tuvieron ningún tipo de contacto durante los días en que los primos desaparecieron.

Búsqueda de Ángel

Nada más hallarse el cadáver de Fernando en el Ecoparque de Toledo se inició un dispositivo de búsqueda para intentar encontrar a Ángel, el pequeño de 11 años.

Sin embargo, los investigadores se vieron obligados a pausarlo casi inmediatamente debido a la peligrosidad que suponía la búsqueda.

Por eso, durante los días previos al 26 de diciembre la Policía Nacional se ha reunido con varios expertos para diseñar un plan que no ponga el riesgo la vida de nadie, puesto que se trata de una operación de gran complejidad.

El vertedero recibe una media de 600 toneladas de basura al día y muchos de los residuos que hay desprenden gases tóxicos. Es por eso por lo que los operativos que participen, que será un amplio número, deberán llevar unos trajes espaciales, unos EPI, que les impida inhalar dichos gases.

Además, junto a ellos habrá en todo momento un camión de bomberos y una ambulancia por si se produjera cualquier accidente, ya que podría haber una fuga o un desprendimiento. La Policía también necesitará una maquinaria especial de la que no disponía con anterioridad pero que ya está operativa para su uso.

Se ha suspendido la actividad de esta estación de residuos durante los días en que tenga lugar la búsqueda con la que se espera encontrar al pequeño. No obstante, también estiman la posibilidad de que el menor haya pasado por la cinta de recliclaje sin que nadie se hubiera percatado. Esto dificultaría notablemente el hallazgo. 

Piden colaboración de Interior

De forma paralela a lo que está sucediendo, la Sociedad Gitana Española ha pedido al Ministerio de Interior que se involucre en la búsqueda del menor como ya se ha hecho en casos como el de Diana Quer o el accidente del pequeño Julen.

De momento la investigación sigue en secreto de sumario y los efectivos trabajan a destajo para tratar de esclarecer lo que les sucedió a Ángel y Fernando.

Se inicia la búsqueda

Durante la mañana del 27 de diciembre tuvo comienzo la búsqueda de Ángel, limitada en un principio a la zona donde apareció el cuerpo de Fernando cuya extensión comprende lo correspondiente a un campo de fútbol y a 10.000 toneladas de residuos almacenados solo en esa zona. 

En la búsqueda participaron efectivos de la Policía Judicial, guías caninos, el Grupo Operativo de Intervención Técnica (GOIT) y la Policía Científica con retroexcavadoras y maquinaria auxiliar así como drones y un helicóptero con cámaras infrarrojas. Además también han colaborado sanitarios y bomberos por si se producía algún accidente.

Hallan unos restos 

En la jornada del 11 de enero y tras dos semanas de búsqueda, los agentes han encontrado unos restos, concretamente un pie, que podrían pertenecer al niño de 11 años desaparecido. éste ya ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Toledo para que sea analizado. Por el momento los investigadores siguen peinando la zona con la intención de encontrar el resto del cuerpo. 

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