Llega una luna llena única este junio: fecha y cómo disfrutar de este momento que no se repetirá hasta 2043

El 11 de junio de 2025 se produce un fenómeno astronómico singular con el lunasticio que sitúa la luna llena más baja del hemisferio norte hasta 2043

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Una de las últimas superlunas vista desde Sevilla.
Una de las últimas superlunas vista desde Sevilla. / Antonio Pizarro

La luna llena de junio de 2025, conocida popularmente como 'luna de fresa', alcanza su máximo esplendor el miércoles 11 de junio a las 9:44 horas (hora peninsular española). Sin embargo, los expertos recomiendan que la mejor oportunidad para contemplarla es durante la noche del 10 de junio, cuando emerja por el horizonte oriental tras la puesta de sol.

Este fenómeno celeste destacará especialmente por coincidir con un lunasticio, un evento astronómico que ocurre cada 18,6 años y que situará a nuestro satélite en la posición más baja del cielo del hemisferio norte hasta el año 2043.

Esta luna llena debe su nombre a las tradiciones de los pueblos algonquinos del norte de América, quienes la asociaban con la temporada de recolección de fresas silvestres que comenzaba en esta época del año.

En el continente europeo, este mismo fenómeno ha recibido denominaciones alternativas como 'luna de miel' o 'luna rosa', vinculándola tanto a celebraciones matrimoniales como a los suaves tonos cromáticos que anuncian la llegada del verano.

Lo que hace verdaderamente excepcional a esta luna de fresa de 2025 es su coincidencia con el lunasticio, un ciclo astronómico poco frecuente que modificará significativamente su apariencia y posición en nuestro firmamento.

¿Qué es un lunasticio?

El lunasticio es un fenómeno astronómico que forma parte de un ciclo de 18,6 años durante el cual la órbita lunar alcanza sus puntos extremos. En concreto, el lunasticio mayor se produce cuando la declinación de la Luna llega a su máximo valor.

Para los observadores ubicados en latitudes altas, esto se traduce en una mayor altitud aparente de nuestro satélite en el cielo. En el caso específico de junio de 2025, este fenómeno provocará que la luna llena se sitúe en su posición más baja dentro del cielo del hemisferio norte, una configuración que no volveremos a contemplar hasta 2043.

Esta baja elevación sobre el horizonte genera un efecto óptico fascinante: la luna aparecerá visualmente más grande y sus tonalidades serán más intensas y cálidas. Esto se debe a que, al encontrarse más cerca del horizonte, la luz lunar debe atravesar una capa más gruesa de atmósfera terrestre antes de alcanzar nuestros ojos.

Si a esto se suman factores adicionales como la presencia de partículas de polvo sahariano o humo procedente de incendios forestales —fenómenos que ya han afectado a la visibilidad lunar en años anteriores—, existe la posibilidad de que el satélite adquiera tonalidades rojizas particularmente llamativas.

Consejos para observar la luna de fresa de 2025

Las previsiones meteorológicas apuntan a condiciones favorables para la observación entre el 10 y el 11 de junio de 2025, con cielos mayoritariamente despejados o con nubes dispersas, y sin probabilidad significativa de precipitaciones. Para disfrutar de una experiencia óptima, los astrónomos aficionados pueden seguir algunas recomendaciones básicas:

Resulta aconsejable desplazarse a ubicaciones elevadas o alejadas de la contaminación lumínica urbana, como pueden ser playas, colinas o entornos rurales. Es importante permitir que los ojos se adapten gradualmente a la oscuridad, evitando la exposición a luces intensas durante al menos 20 minutos antes de iniciar la observación.

Durante esta noche especial, los observadores podrán disfrutar de un atractivo adicional: la luna se desplazará en aparente proximidad a Antares, una gigante roja perteneciente a la constelación de Escorpio.

Esta estrella destaca por su brillo y por poseer un característico tono rojizo que competirá visualmente con el de nuestro satélite. Aunque desde territorio europeo no se producirá una ocultación completa (cuando la Luna pasa por delante de la estrella), la cercanía visual entre ambos cuerpos celestes compondrá una escena de singular belleza astronómica.

Cómo fotografiar la luna de fresa

La posición excepcionalmente baja de esta luna llena la convierte en un objetivo fotográfico particularmente atractivo. Su elevación reducida facilita la composición de imágenes que incluyan elementos del paisaje terrestre como referencia: desde faros o árboles solitarios hasta edificios históricos o perfiles urbanos.

Para quienes deseen capturar el momento con un teléfono móvil, se recomienda activar el modo nocturno o ajustar manualmente los parámetros de exposición si el dispositivo lo permite. Los fotógrafos que utilicen cámaras DSLR o sin espejo (mirrorless) obtendrán mejores resultados con configuraciones técnicas específicas: sensibilidad ISO entre 100 y 400, apertura de diafragma f/8 y velocidad de obturación próxima a 1/125 segundos.

En cualquier caso, resulta imprescindible estabilizar el equipo fotográfico mediante un trípode o, en su defecto, apoyarlo sobre una superficie firme que elimine las vibraciones. Esta precaución es fundamental para conseguir imágenes nítidas, especialmente en condiciones de baja luminosidad.

¿Por qué la luna parece más grande cerca del horizonte?

Aunque muchas personas perciben la luna como significativamente más grande cuando se encuentra cerca del horizonte, esta impresión constituye en realidad una ilusión óptica. El fenómeno, conocido como 'ilusión lunar', tiene su origen en procesos perceptivos de nuestro cerebro y no en cambios reales del tamaño angular del satélite.

Cuando observamos la luna junto a elementos terrestres de referencia (árboles, edificios), nuestro sistema visual tiende a interpretarla como un objeto más voluminoso que cuando la contemplamos aislada en el cielo nocturno.

Esta particular percepción se intensificará durante la luna de fresa de 2025 debido a su posición especialmente baja sobre el horizonte, consecuencia directa del lunasticio. Los fotógrafos aprovecharán esta circunstancia para capturar imágenes donde el satélite parezca desproporcionadamente grande en comparación con elementos del paisaje, aplicando técnicas de compresión mediante teleobjetivos de focal larga.

¿Cuándo se producirá el próximo lunasticio?

Tras el lunasticio de junio de 2025, los aficionados a la astronomía deberán esperar aproximadamente 18,6 años para presenciar un fenómeno de características similares. Este período corresponde al ciclo completo de precesión de los nodos lunares, un movimiento gradual de los puntos donde la órbita de la Luna intersecta el plano de la eclíptica.

No obstante, durante este intervalo se producirán otras configuraciones astronómicas de interés, como lunas llenas coincidentes con el perigeo (punto de máxima proximidad a la Tierra), comúnmente denominadas 'superlunas'.

La peculiaridad del lunasticio de 2025 radica en su efecto sobre la declinación lunar, que determina esa posición excepcionalmente baja en nuestro horizonte, potenciando la ilusión óptica que hace parecer a nuestro satélite más grande y cromáticamente más intenso.

La luna de fresa de junio de 2025 constituye así una oportunidad extraordinaria para los aficionados a la astronomía y la fotografía nocturna en España, al combinar un fenómeno cultural tradicional con una configuración astronómica poco frecuente que no volveremos a contemplar hasta bien entrada la década de 2040.

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