Mujeres de 50 años: La generación 'sándwich' atrapada por cuidados a sus hijos y a sus padres

La mitad de las mujeres españolas de esta edad se ven obligas a atender simultáneamente a padres mayores e hijos, junto con sus responsabilidades con su vida laboral

La 'generación sándwich' atrapada entre cuidados a padres e hijos
La 'generación sándwich' atrapada entre cuidados a padres e hijos / EFE
M. H.

05 de noviembre 2025 - 10:26

Más de la mitad de las personas que cuidan a dependientes en España pertenecen a la conocida como "generación sándwich", mujeres de entorno a los 50 años que asumen simultáneamente el cuidado de padres mayores mientras siguen atendiendo a sus hijos, la mayoría compaginándolo con su trabajo remunerado. Este perfil, que representa el 51,1% de quienes atienden a familiares mayores según el Observatorio Cinfa, enfrenta una sobrecarga de responsabilidades que afecta directamente a su bienestar físico y emocional.

Los cuidados en nuestro país continúan recayendo mayoritariamente en manos femeninas, aunque se aprecia un ligero avance en la incorporación masculina: cada vez más hombres mayores participan en el cuidado de sus esposas y más jóvenes comparten estas tareas con sus parejas. Este 5 de noviembre de 2025, Día Internacional de las Personas Cuidadoras, los estudios confirman que el perfil predominante sigue siendo el de una mujer entre 31 y 60 años. Según los datos del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) a 30 de septiembre de 2025, en España hay 95.372 cuidadores no profesionales de personas dependientes, de los cuales el 87% son mujeres y el 62% tienen más de 50 años.

La generación que cuida sin expectativa de ser cuidada

"La generación sándwich asume responsabilidades respecto a la atención de los progenitores, que en estos momentos pueden llegar a edades muy avanzadas, y también de unos hijos que cuesta que se independicen por las dificultades del mercado laboral con salarios bajos y los precios de la vivienda, inasequibles para gente joven", explica a EFE la antropóloga social Dolors Comas d'Argemir. La investigadora destaca un factor preocupante: esta generación de mujeres que pronto serán mayores no contará con el mismo respaldo familiar que tienen actualmente las personas de edad avanzada. "Las familias son hoy mucho más reducidas y también están más fragmentadas", argumenta. "Es una generación que lo tiene complicado desde el punto de vista de los cuidados; hay que hacerse a la idea de que no va a tener el apoyo que todavía tienen ahora las personas mayores de sus familias, y por tanto es muy importante garantizar el derecho al cuidado".

Cambios en la dinámica familiar de los cuidados

La profesora emérita de la Universitat Rovira i Virgili señala cómo están evolucionando los roles en el ámbito de los cuidados: "Hace años una mujer mayor siempre iba al médico con su hija, ahora muchas de ellas van con sus maridos porque sus hijas están muy ocupadas con el trabajo o con otras responsabilidades familiares". Respecto a los hijos varones, subraya que "ahora las nueras cuidan menos que hace tiempo". "Estamos en un país en que hay muchos divorcios, muchas separaciones y las segundas o terceras relaciones no tienen la misma implicación con los padres de su pareja". "Hay más hijos que se han de ocupar de sus padres, porque en un país donde se tienen pocos hijos a quien le toca, le toca, pero cuando se está en el mercado de trabajo se intenta solucionar el tema a través de las cuidadoras profesionales", concluye Comas d'Argemir.

Perfil y condiciones de las personas cuidadoras en España

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología aporta datos esclarecedores: el 88,5% de las personas cuidadoras son mujeres frente a un 11,5% de hombres. Por edades, la mayoría tienen entre 41 y 50 años (35,4%), seguidas por el grupo de 51 a 60 años (28,7%) y el de 31 a 40 años (18,5%). En el ámbito profesional, un análisis de Oxfam Intermón sobre las condiciones sociolaborales de las trabajadoras de hogar y cuidados en España revela que más de 565.000 personas están empleadas en el sector, siendo el 87% mujeres, un 69% de nacionalidad extranjera o doble nacionalidad, y una de cada tres trabaja en la informalidad. Cruz Roja confirma esta tendencia: "El cuidado se sigue conjugando en femenino y singular, con predominio de hijas y esposas", señala Aurora González Eirín, técnica del programa de personas mayores, discapacidad y cuidadoras de la entidad, quien añade que la presencia masculina, aunque creciente, sigue siendo minoritaria.

Impacto en la salud de los cuidadores

Los cuidadores desarrollan una importante carga física y emocional al asumir la responsabilidad sobre aspectos vitales de la persona dependiente, como medicación, higiene o alimentación. Esta dedicación creciente va limitando la independencia del cuidador, que se va descuidando, reduce su vida social y puede llegar a paralizar su proyecto vital durante años. Ansiedad, estrés, depresión, fatiga, dolores musculares, insomnio y mayor riesgo de enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión son algunos de los problemas de salud más frecuentes entre quienes cuidan. Programas como 'SerCuidadorA' de Cruz Roja ofrecen espacios de apoyo a estas personas con el objetivo de "cuidar a los que cuidan". Entre sus recomendaciones destacan tomarse momentos del día para respirar, recordar que merecen tiempo para sí mismas y aprender a decir no sin sentirse culpables, recordando que querer agradar siempre supone un desgaste enorme para la salud física y mental.

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