Los usuarios del mercado automovilístico están presenciando algunos de los avances tecnológicos más impresionantes en los últimos años. Las características de estos vehículos evolucionan a ritmo de infarto, ofreciendo a los conductores prestaciones de tecnología punta en cuanto a seguridad y comodidad.

Ahora bien, algunas de las funcionalidades presentes en estos vehículos llevan sin modificarse desde que se comenzaran a comercializar. Este es el caso de los asideros ubicados en el interior del vehículo encima de cada puerta. Estas asas son utilizadas cada día por miles de pasajeros, aunque casi nunca de acuerdo con la funcionalidad para la que originalmente se diseñaron.

Todos nos hemos servido de los mismos para tratar de mantenernos en una posición estable cuando el conductor toma curvas pronunciadas, o incluso los hemos utilizado como percheros cuando vamos especialmente cargados, como puede pasar en mudanzas, para aprovechar el máximo el espacio interior del coche.

No obstante, esta parte indispensable de nuestro vehículo tiene en realidad una serie de funciones. En caso de que las hayas utilizado como percheros, te interesará saber que muchas marcas han añadido ganchos diseñados para este propósito, normalmente ubicados cerca de los asideros.

Resulta que la única finalidad de los asideros de un coche es facilitar la entrada y salida del mismo al conductor y sus pasajeros. Al agarrarnos a estas asas al subirnos o bajarnos del vehículo en cuestión tendremos un punto de apoyo extra para no perder el equilibrio.

Este dato sorprende a muchísimos conductores que ya asociaban los asideros con una percha o un mango que nos ayude a mantenernos en nuestro sitio en curvas pronunciadas. Conociendo su verdadera función, no es difícil deducir que son especialmente útiles en coches de techo bajo, como modelos deportivos o cupé de tres puertas que hacen que sea imprescindible este apoyo extra para entrar y salir de los mismos sin mayor problema.

Conocer al detalle el funcionamiento de estos asideros también ayuda a aquellas personas con dificultades de movilidad, como los pasajeros de la tercera edad que se encuentran con complicaciones como dolores musculares y articulares al tener que forzarse para poder entrar y salir de cualquier vehículo.