Sociedad

"Les ha pasado el tren por encima"

  • Los testigos relatan con horror la agonía de las víctimas, "destrozadas" por la violencia del impacto.

El relato de los testigos del atropello de un tren que se ha saldado con doce muertos y trece heridos en la estación de la localidad barcelonesa de Castelldefels da la medida de la magnitud de la tragedia: "Hay cuerpos que están absolutamente destrozados. Les ha pasado el tren a toda velocidad por encima y los trozos de cuerpos están por todas partes", relató un testigo tras el siniestro.

La identificación  de las víctimas está resultando complicada a los forenses. "Todo  estaba lleno de cuerpos y de sangre", añadió otra personas que presenció el accidente.

Uno de los pasajeros que salieron ilesos del atropello relató que el tren del que acababan de apearse estaba lleno, y al bajar "estalló la euforia para llegar a la playa", adonde iba gran parte del pasaje para asistir a una fiesta de la verbena de San Juan.

En declaraciones a Europa Press, Marcelo Cardona explicó que casi todos los ocupantes del Cercanías eran jóvenes que iban a la playa y, al viajar tan apretados en los vagones, salieron "como una ola de agua" hacia al andén e, inmediatamente, "el 70 por ciento" del pasaje bajó a las vías para cruzarlas.

"En cinco segundos" llegó el tren Alaris que les arrolló, dijo, y admitió que había un paso subterráneo para cruzar, mientras que el paso superior estaba cerrado con una cadena.

"Se empezaron a escuchar golpes; toda la gente estaba gritando, llorando y en estado de shock", relató Cardona, que vio entonces personas mutiladas, agonizando, y mucha sangre en las vías, donde yacían ya los 12 muertos y 13 heridos.

Él y su mujer, Saida Villarroel, unos vecinos de Barcelona que viajaban con su hija, de ocho años, optaron por apartarse y esperar en un punto que distaba 70 metros del paso subterráneo.

El dueño del bar de la estación de Castelldels, Claudio, explicó a Europa Press que oyó el pitido del tren "y, de golpe, como si cayeran piedras, y humo blanco", tras lo cual salió corriendo hacia los andenes, donde vio los cuerpos y muchos heridos.

"Ha sido tremendo. Nunca había visto un tren que saliera así, de la nada, y que fuera tan rápido", explicó el propietario de 'Queviures de l'estació'.

El presiente de la Generalitat apunta a una "imprudencia"

El presidente Montilla apuntó a la "imprudencia" de las víctimas  como causa del siniestro, si bien anunció una investigación para  aclarar lo sucedido. El alcalde de Castelldefels, Joan Sau, se  pronunció en términos similiares. De haberse usado el paso  subterráneo, "no estaríamos hablando de esta tragedia", dijo. 

"Es un día de tristeza y de  luto en una noche que, precisamente en Cataluña, era todo lo  contrario: era una noche de fiesta y de verbena", añadió Montilla, quien reconoció que buena parte de las víctimas son "de origen suramericano".

"No tiene sentido entrar en detalles", pide el presidente de Renfe

Teófilo Serrano, presidente de Renfe, aseguró en la estación Castelldefels Playa que está "muy impresionado". "Todos tenemos hijos", afirmó, y se puso a disposición de los parientes para "compartir su dolor" y ayudarles a superar la situación.

Preguntado por el tamaño del paso subterráneo de la estación -que las víctimas no utilizaron- y por la velocidad del tren Alaris que las arrolló mientras cruzaban las vías, afirmó que se investigará con el protocolo habitual de un accidente y consideró que se están "cumpliendo las normas", pero añadió que "entrar en más detalles no tiene sentido".

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