El sacerdote infectado de ébola inicia un tratamiento experimental
Miguel Pajares es tratado con un suero que también se ha administrado en EEUU a otros dos afectados por el virus La familia asegura que el religioso se encuentra estable
El sacerdote Miguel Pajares, repatriado tras contagiarse de ébola en Liberia, está siendo ya tratado con el ZMapp, el medicamento que se está administrando en EEUU de manera experimental, y que se puso el sábado a disposición de los médicos del hospital Carlos III tras ser autorizado por el Ministerio de Sanidad.
Fuentes de la familia del religioso confirmaron a Efe que los médicos ya han empezado con el tratamiento que se ha importado de manera excepcional desde Ginebra y que hasta ahora sólo han recibido otros dos infectados norteamericanos.
Las mismas fuentes recalcaron que el estado del sacerdote es "estable, no hay muchas novedades", y que están a la espera del efecto del suero experimental "con esperanzas".
"Ahora toca esperar, no se puede hacer otra cosa", afirmó un familiar de Miguel respecto a los posibles resultados del tratamiento en la evolución de la enfermedad. Asimismo, subrayó que las noticias sobre el estado de salud del religioso no han variado en las últimas horas: "Está estable y sabemos poco más".
En este sentido, la familia recuerda que, por expreso deseo de Miguel Pajares, no se harán públicos los partes médicos sobre su evolución, por lo que pide "respeto a esta decisión" para no dar más datos sobre el protocolo que está recibiendo el religioso.
El suero, nunca antes probado en humanos, es producido a base de anticuerpos creados en la sangre de ratones que se adhieren a las células infectadas con ébola para evitar su avance. Las primeras personas en probar este medicamento han sido el médico Kent Brantly y la voluntaria Nancy Writebol, los ciudadanos estadounidenses contagiados de ébola.
Mientras el sacerdote Miguel Pajares empieza a ser tratado de ébola, el sábado se conocía la muerte de la religiosa congoleña Chantal Pascaline, que había quedado en Monrovia (Liberia). "Lo lógico sería repatriar a otras personas que se hayan contagiado", señala a Efe la enfermera Pino González, de Médicos del Mundo, que lucha contra la enfermedad en Sierra Leona.
Sanitarios, cooperantes y voluntarios de Médicos del Mundo, Cruz Roja, Acción Contra el Hambre y Médicos Sin Fronteras, entre otras ONG, trabajan en los países africanos más afectados por el virus donde atienden a los pacientes y hacen una labor de concienciación de la población sobre las vías de contagio para evitar la propagación del virus.
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