Canal Sur se mete entre fogones para potenciar el sabor andaluz
Enrique Sánchez conduce un espacio gastronómico que recupera recetas antiguas y las fusiona con toques de hoy.
Está convencido de que la cocina andaluza es la más rica de España y por eso aceptó el reto que le propuso Canal Sur: hacer un programa gastronómico en horario de tarde tomando como base las recetas tradicionales y los productos andaluces.
El chef Enrique Sánchez recala en los fogones de la televisión andaluza después de haber recorrido las cocinas de Estados Unidos, México, Italia y Portugal. Y lo hace con la intención de captar la atención de todos los públicos, tanto del ama de casa acostumbrada a cocinar todo tipo de platos, como de aquellos otros que nunca ha tenido un contacto directo con la cocina. Para ello, su secreto es utilizar las recetas de siempre dándoles un giro nuevo a la hora de emplatarlas. Así, por ejemplo, puede cocinar unas migas tradicionales con pan de Alfacar pero, a la hora de presentar el plato, lo hace sobre un melón hueco y con jamón de pato. Un toque original sobre una receta de la abuela.
"En Cómetelo, mi objetivo es transformar el producto, nunca destruirlo, por eso me afano en cuidar y aprovechar la base de los platos. Me gusta reflejar la cocina tradicional pero dándole un toque divertido para llamar la atención de un público más amplio", explica Enrique al tiempo que matiza que "cuando la cocina se convierte en rutina, no se le presta el cariño que se merece".
En cada programa utiliza un 'producto estrella' sobre el que hace girar la base de su receta, pero siempre recalcando que los ingredientes sean de Andalucía. "Cuando tienes hierbabuena plantada en tu terraza siempre te sabe mejor que la que compras en el supermercado, por eso hay que pensar que Andalucía es nuestra terraza y hay que apostar por los productos de la tierra", dice al tiempo que recalca que "cuando estás fuera siempre te venden los productos andaluces como de calidad extrema, algo que no valoras cuando lo tienes tan cerca".
Cuando comenzó a preparar su programa de gastronomía tuvo claro que en su cocina sólo tendrían cabida los utensilios tradicionales para poder llegar así a un público más amplio. Algo que aplica también a la hora de escoger los ingredientes. "Hasta ahora, el condimento más raro que he utilizado en mis recetas ha sido el clavo", dice entre risas.
Enrique es profesor en la Escuela de Hostelería de Sevilla y en sus programas utiliza su faceta docente para conseguir más dinamismo y mantener viva la atención del espectador. "Nunca doy nada por sabido e intento explicar cada paso de una forma muy básica. Pretendo que la gente no se aburra y para eso intercalo anécdotas y trucos que pueden ayudarnos a la hora de cocinar", dice.
Tiene la suerte de haber recorrido medio mundo hablando de cocina andaluza, aunque asegura que en sus platos apenas se nota la influencia de otras culturas. "Cuando vives y cocinas fuera de España, siempre aprendes algo nuevo, pero intento fusionarlo con nuestras recetas de forma que apenas se aprecie", comenta. Y añade que la gastronomía andaluza es de por sí muy rica por haber aceptado como suyas las costumbres de los distintos pueblos que han pasado por ella a lo largo de la historia.
El chef de Canal Sur se considera un adicto a la cocina tradicional, no en vano entró en los fogones de la mano de su abuela y sus padres cuando era sólo un niño y ha mamado de la gastronomía tradicional desde entonces. "A la hora de elegir las recetas para el programa siempre me decanto por los guisos, a veces quizá demasiado, por eso me daría cabezazos contra la pared si se perdiera esa forma de cocinar", dice rotundo el cocinero.
"Al principio, cuando salimos de la Escuela de Hostelería, todos queremos ser Ferrán Adriá y hacer platos con nitrógeno líquido, pero tienes que salir fuera para darte cuenta de la importancia que tiene en todo el mundo la cocina andaluza tradicional. Si no me sale bien un potaje de lentejas de nada me sirve hacer bien una espuma", manifiesta.
El cocinero de Canal Sur se siente a gusto en su programa y no duda en manifestar que tuvo "la mala suerte de nacer en Andalucía". "Si hubiera nacido en cualquier otra región de España no echaría tanto de menos nuestras costumbres y nuestra gastronomía", dice al tiempo que recalca que, en los años que vivió fuera de España, "una forma de sentirme más cerca de casa era en la cocina, por eso siempre he utilizado la base de nuestros platos, como el aceite o las especias, algo que sigo haciendo ahora".
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