Inglés, asignatura pendiente

"I'm Francis Matthews"

  • 'Follow me' fue el gran fenómeno del aprendizaje de idiomas en TVE y el método Vaughan solía registrar un cero en audiencia en Canal Sur.

Follow me era un nombre que tenía su retranca, ustedes ya me entienden, y a los españoles de 1983 les llamó la atención que en la Segunda Cadena, tras la gimansia de Puesta a punto por la tarde, se colaran unos tipos hablando en inglés en situaciones que recordaban a las telecomedias que nos llegaban Támesis abajo. Follow me daba un aire de modernidad a TVE, con su maestro de ceremonias presentándose muy cortés: "I'm Francis Matthews". Así se llamaba. Es un veterano actor de cine de terror y otras hierbas que nos enseñaba en sus situaciones costumbristas cómo pedir una dirección a un policía, cómo desenvolverse en un restaurante y que las llaves no se pronuncian "de keys", sino "de kiiis", como remarcaba entre dientes.

Follow me causaba impacto en los oídos porque ni siquiera se prodigaban entonces las películas en versión original (años después quedarían arrinconadas a las medianoches). Los espectadores se animaron así a aprender inglés. Pero sólo fue una fiebre más, la BBC hizo su agosto y Follow me, perfecta coartada cultureta, aterrizó en el estreno de la programación matinal allá por 1986. Emilio Aragón fue el primero en parodiar a Francis Matthews quien, un buen día, desapareció de nuestras vidas sin dejar rastro. A aquello de la BBC le vino a acompañar Avec plaisir, un curso de francés, el idioma que hasta la llegada de la EGB en 1973 se solía mal-aprender en los colegios. TVE es la única cadena, sin interés de las privadas en este ámbito, que ha ido manteniendo su academia de inglés. Eso sí, a las tantas de la madrugada con el oficial That's English. A las mismas horas escondidas que Radio Nacional 3 ofrecía su catarata de cursos para voluntariosos adultos, hace treinta años, antes de que se convirtiera en una emisora sobre todo musical.

Los idiomas, efectivamente, nuncan ha sido lo nuestro, como ha demostrado la delegación madrileña en Buenos Aires. Y todavía no hemos tenido un presidente del Gobierno que sepa salir airoso con una buena pronunciación en alguna lengua foránea. Esta situación revela viejas carencias en el sistema educativo que en algún momento tendrán que resolverse con verdadero interés. Las nuevas generaciones al menos tienen la posibilidad a través de internet de encontrar todo un universo de contenidos. En los televisores actuales se puede seleccionar el idioma original de las series y películas (aunque no siempre), subtitulado añadido, una opción recomendable para las familias con inquietudes. Las series animadas de Clan, que incluso tienen un contenedor en lengua anglosajona, son una buena opción para unos pequeños que tienen ante sí más oportunidades.

En distintas ocasiones al menos la cadena pública nacional intentó acercar los idiomas, esas palabras que no eran 'en cristiano' y que daban repelús en el franquismo. En 1958 se estrenó Inglés para todos, a cargo de profesores del Instituto Mangold que daban la lección en vivo a los pocos espectadores. Diez años después, en las emisiones matinales dirigidas a los colegios (experimento del desarrollismo), también se incluyó un curso de inglés.

Pero la estrella siempre será Francis Matthews, alternativa a aquellos otros cursos en cassette por entregas que aparecían en septiembre en los quioscos. En 1989 TVE daba la réplica y creó un curso de castellano para el resto del mundo, Viaje al español, sin la repercusión internacional de estos sacapelas de la BBC, incluido el peludo Muzzy.

Un tejano-madrileño, Richard Vaughan, es el que ha tenido más empeño en enseñar inglés a los españoles. Cuenta con una emisora de radio que se puede captar en la TDT y unos cursillos que cuando fueron emitidos por Canal Sur 2 solían tener un cero pelotero en audiencia. Efectivamente, nos lamentamos de no aprender idiomas y además solemos hacer bien poco por remediarlo.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios