José Ortega Cano, anfitrión de la presentación de Hay que tener valor en su finca La Yerbabuena, será uno de los maestros que asesoren a los famosos que están dispuestos a poner pie en el albero y enfrentarse a una vaquilla.

-¿Se imaginaba algún día que ayudaría a llevar una academia televisiva de famosos-toreros?

-Ha sido una alegría que en estos tiempos en que tanto se ha cuestionado la fiesta de los toros surja un programa como el de Enrique Romero para dar a conocer las entrañas de la tauromaquia y ponerla al alcance de todo el mundo. Eso es muy bonito y estoy contento de haber ayudado a la academia.

-Nada que ver con lo de Mira quién baila... ¿o se parecen?

-Son dos campos distintos, pero tienen su parecidos. Ni al escenario ni al ruedo se puede uno lanzar sin saber. De Mira quién baila sólo tengo buenos recuerdos y de haber trabajado con un equipo extraordinario. Todavía, por cierto, sigo tomando clases de baile.

-Hay que reconocer que se adaptó a ese programa y usted no desentonó...

-Hubo sus comentarios en un principio que cuestionaban mi participación. Yo me lo tomé muy en serio, como este programa, porque cuando se trata del público hay que tratarlo con respeto. Y eso yo ya lo sé después de tantos años en el toreo. A la gente hay que respetarla y quererla para recibir su cariño.

-¿También se ha animado con los monólogos?

-Todo lo que sea contacto con el público me gusta. Estoy en negociaciones con La Sexta para participar en El club de la comedia. Estamos en ello. Me gusta hacer feliz a los demás.

-¿Surgirán nuevos defensores de los toros gracias a Hay que tener valor?

-Espero que así sea, entre quienes no lo tienen claro. No entiendo quienes arremeten contra una costa tan nuestra. Con esta crisis hay que tener valor, precisamente, para mantener una finca como esta. Yo le explico a los grupos lo grandioso de la labor de tanta gente.