Dinero llama a dinero y aquí tenían a Robert Zemeckis y a Michael J. Fox frotándose las manos con un afortunada entrega original a la que sucedió este viaje a 2015 que, ya pasado en la vida real, nos aumenta la risa sobre el dislate de la continuación. Narrativamente algo compleja, de manera innecesaria, los protagonistas viajan al futuro para solventar los problemas fiscales y personales de la familia de Marty. Tiene detalles entrañables.

La película de Monzón ambientada en el narcotráfico en aguas del Estrecho, y que supuso el descubrimiento de Jesús Castro, promete más de lo que es, aunque cuenta con escenas notables. Dos jóvenes, El Niño y El Compi, quieren iniciarse en el mundo del tráfico de drogas al por mayor. Riesgo, emociones y mucho dinero para quien sea capaz de ir desde Marruecos hasta España en una lancha cargada de hachís, que vuele literalmente sobre las olas. Jesús y Eva son dos agentes de la Policía antidrogaque, por su parte, llevan años tratando de demostrar que la ruta del hachís es una de las principales vías de penetración de la cocaína en Europa. Luis Tosar se pone la película a cuestas con momentos de altura.

Continuación de las aventuras épicas de los superhéroes que se iniciaron por Iron Man, Hulk, Thor o Capitán América: el primer vengador. En este caso se conjuntan las estrellas para una reunión espectacular basada en los efectos especiales. Un enemigo inesperado amenaza con poner en peligro la seguridad mundial, así que el director de la agencia de la paz, S.H.I.E.L.D., necesita reunir a todos sus valedores.

Stallone no tenía mejor idea hace unos años que rescatar a sus mejores roles comerciales de los añejos 70 y 80, carne de estante preferente de videoclub. A las nuevas generaciones no les apetecía encontrarse con el ajado héroe de las selvas asiáticas. En esta recuperación de Rambo el tipo vive feliz y olvidado en la jungla de Tailandia. Un grupo de misioneros le pidenque les guíe a la frontera con Birmania y se convierte en una trampa.