Opinión

'Zorra' y el 'Cara al sol' van de la mano hasta Eurovisión 2024

Mery, la cantante de 'Zorra' y sus bailarines en la final del Benidorm Fest

Mery, la cantante de 'Zorra' y sus bailarines en la final del Benidorm Fest / RTVE

Ya a finales de los 70 el himno falangista Cara al sol estaba olvidado y superado. Franco también estaba bien muerto y sepultado. Lo que enviábamos a Eurovisión por entonces era Enséñame a cantar y Bailemos un vals, invitaciones a la fiesta y a la evasión porque estrenábamos libertad. El Cara al sol nunca fue a Eurovisión, pero la tele de la España franquista mandaba cosas como un tema universal sin letra cuyo intérprete se había apeado por pedirlo cantar en catalán cuando Europa se colaba por las casas. El primer club europeo donde pudo entrar España (gracias a TVE) fue Eurovisión, que siempre ha sido un programa valioso. Es un asunto serio aunque parezca que siempre es una broma, pero no es para tomarlo en serio. La España de Franco, vía Adolfo Suárez, mandó un velado canto a la futura democracia que se llamó En un mundo nuevo y el dictador, que le gustaba el festival, ni olió ahí a la oposición dentro de su régimen.

El presidente Pedro Largo Caballero, que parece siempre encantado con remover el avispero, ante los que han criticado la divertidamente efervescente Zorra, los convierte de forma automática en fans del Cara al sol. Y no. El Cara al sol, que nunca gustó a la generación de Mery (la cantante de Zorra), sigue siendo una serenata olvidada, muerta y sepultada, como Franco, desconocida para las nuevas generaciones, pero es el propio presidente del Gobierno el que la quiere rescatar. La quiere recuperar para Los 40 Principales y que se monte en helicóptero. Esos jóvenes donde tiene su vivero de votos han ido a Youtube a buscar un hit de los 40 que ya parecía paródico en Canciones para después de una guerra.

El vídeo de la final de Nebulossa con 'Zorra'

A los que no les gusta Eurovisión, todos ellos especialistas en criticar sin ver ni oír, no les gusta Zorra. Ya pasó con Chanel.  Y entonces no era la Fachosfera, sino todos los amigos del presidente, todos esos que no les gusta este país, los independentistas gallegos, vascos y catalanes y toda la órbita de Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, que rabiaron porque al final España terminó siendo tercera en Eurovisión y los demás lo pasamos fenomenal. Los demás, esos españoles que intentamos disfrutar de la vida y de la libertad, que es a fin de cuentas lo que cuenta Zorra.

Nos gusta España, no saben ustedes cuánto nos entusiasma este país, y también lo vamos a pasar muy bien este año en Eurovisión. Y tal vez quedamos otra vez terceros. O penúltimos. Bah. En este caso, por fin, va a dar igual porque acude una canción que vamos a bailar el resto del año, la que parecía que no iba a ser la ganadora del Benidorm Fest y que todos los seguidores del festival deseaban en su interior que ganara. No pudo ser con las tetas ni con Nochentera, pero sí ha sido con Zorra, porque para eso el jurado dio un paso al lado: para que decidiera el público, la gente, la democracia de los que les gusta el Festival de Eurovisión.

Un consejo: A los que no les gusta Zorra debieron ver el Benidorm Fest y haberse gastado dos euros en votar a St. Pedro, que tenía una canción con una música y letra preciosas (Dos extraños), y que también nos gustaba mucho. Hubiera sido otro gran candidato. Pero nadie le votó. Por unos 2.500 euros que hubieran reunido, como quería para ella Lola Flores, entre todos los que no les gusta Zorra hubieran clasificado así un bolero magnífico. Por una cifra de calderilla (aquí están detalladas las cifras de los votos) hubiéramos tenido a Dos extraños en Eurovisión y Manu Tenorio la podría versionar en un recopilatorio.

También sería recomendable, así en general, mantener el buen humor y la tolerancia de respetar las opiniones de los demás, aunque tengamos políticos a los que no les interese.

Cuando no ves el Benidorm Fest pasan estas cosas, que se convierten en ganadores el dúo Nebulossa. Un conjunto que forman una mujer nacida en 1967, que escucharía de oídas el Cara el sol y que sufrió tanto en la vida que ya cuando le dicen "zorra" se ríe y hace lo que le da la gana; y su marido, Mark, que la adora, y que nació en 1975, el año que se murió Franco y tras sepultarlo lo enviamos en helicóptero al pasado. Pero después vienen los nostálgicos y los interesados en los conflictos, ellos sabrán por qué, que quieren que los españoles oigan de nuevo el Cara al sol.   

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