De estrella modélica a monstruo patológico
Coincidiendo con el segundo aniversario de la condena a prisión de Bill Cosby, DKISS estrena un trabajo documental que repasa su trayectoria vital y profesional y su declive personal
“Una vez que se ganó mi confianza durante la preparación de mi papel como invitada de El Show de Bill Cosby, me drogó y me violó”. Estas eran las palabras de Lili Bernard, una de las decenas de mujeres que acusaron a Bill Cosby de abusos sexuales, en el espacio Democracy Now!, que presenta Amy Goodman en el canal ET, y en el que relató con pelos y señales la pesadilla que vivió en 1992. Bernard, que también denunció el acoso constante a su familia desde que decidió plantar cara a su agresor, es una de las dos víctimas que aparecen en El escándalo de Bill Cosby, el documental que DKISS estrena hoy (22.00 h) coincidiendo con la fecha en la que el actor octogenario fue declarado culpable de tres cargos de agresión sexual.
A la artista gráfica y actriz le costó años armarse del valor suficiente para denunciar la agresión de la que fue víctima a manos del que era considerado el mejor comediante de Estados Unidos y que antes de la agresiÛn se comportó como su mentor. Al final de la grabación de Bring Me The Lip Gloss of Deirdre Arpelle, pase de la octava temporda, y mientras el público presente aplaudía, Bernard sintió el mundo temblar bajos sus pies. "Estuve a punto de desmayarme por lo que había sucedido un par de meses antes, cuando me drogó y atacó sexualmente", relató la artista, que llegó a enfrentarse a su agresor y fue advertida de las consecuencias que padecería si seguía adelante con sus intenciones de delatarle.
La carrera profesional de Bernard como intérprete se limitó a aquella breve intervención y otra dos años más tarde en Seinfeld. Sus acusaciones nunca fueron oídas y años después, cuando saltó el escándalo, los hechos habían prescrito y no era posible llevar a cabo un procesamiento penal.
Este especial de una hora de duración incluye testimonios de expertos y personas cercanas al actor. Además, relata la trayectoria profesional de la estrella del stan up comedy desde su infancia, su paso por la universidad y su salto a la fama. Asimismo, se relata su modélica vida familiar junto a Camille Hanks, productora de televisión y reconocida filántropa con la que está casado desde 1964 y con la que tuvo cinco hijos, dos de ellos fallecidos: Ennis y Ensa. Apenas una semana después de que la estrella televisiva fuera condenado a entre tres y diez años de presidio, su esposa, que reconoció las innumerables infidelidades de su compañero de vida, emitió una declaración de tres páginas en la que seguía defendiendo su inocencia.
La caída en picado del ganador de dos Globos de Oro llegó en 2015, cuando el caso por la agresión a Andrea Constand en 2004, que se revolvió en un acuerdo económico que alcanzó los tres millones y medio dólares, fue reabierto tras la publicación de una declaración en la que Cosby aseguraba haber suministrado metacualona sedante (Quaaludes), un sedante-hipnótico similar a los barbitúricos, a varias mujeres. Según las investigaciones, ese mismo modus operandi se sucedió a lo largo de varias décadas, entre 1965 y 2008, confirmando a Cosby como un depredador sexual.
"Después del asalto no estaba segura de qué era lo que realmente había pasado lo decía todo. Sentía una vergüenza arrolladora. Las dudas y la confusión hicieron que no pudiera apoyarme en mi familia. Me sentía completamente sola, sin poder confiar en nadie, ni en mí misma”, escribió Constand en una carta publicada en las mismas fechas en las que su agresor traspasó las puertas de prisión.
El afamado productor, despojado de toda la gloria títulos y reconocimientos que alcanzó durante más de 50 años de éxitos en el mundo del entretenimiento, lleva 19 meses en la cárcel SCI Phoenix de Pensilvania, solo una celda, sin compañía y, por lo que contaba hace más de un año su mano derecha, Andrew Wyatt, ha perdido peso y sigue sin sentir ningún remordimiento, es más, se considera un "preso político". Asimismo, no hay constancia de que su mujer y tres hijas hayan ido a visitarle a la cárcel. Sus portavoces mantienen que se debe a una decisión expresa del ex actor de 82 años.
Por otra parte, en la pequeña pantalla estadounidense no hay rastro de los espacios y producciones televisivas que le encumbraron y con los que logró amasar una fortuna valorada en más de 400 millones de dólares netos, según la revista Forbes. Las reposiciones de su mítica serie (por cada capítulo cobraba cuatro millones de dólares) y otros programas fueron retirados y la mayoría de organizaciones y universidades rescindieron sus reconocimientos y títulos honoríficos.
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