Los niños se la juegan al fuego

MasterChef Junior 8 llega a su fin este martes (La 1, 22 horas). Una vez más, el popular concurso de cocina ha vuelto a demostrar que no tiene límites, confirmándose como uno de los formatos más exitosos de TVE en sus múltiples versiones. Es un hecho consumado que todas ellas funcionan.

La semifinal conjugó muchos ingredientes. Comenzó con los jueces disfrazados de algunos de los personajes más conocidos del cine de terror. Del miedo se pasaría a la sorpresa. Jorge Blass irrumpió en las cocinas y por arte de magia aparecieron los abuelos de los aspirantes, un giro de tuerca que pone de manifiesto el buen hacer del concurso.

Los abuelos de Javier, Nicolás, Antony, Adriana, Aurora, Henar y Manel protagonizaron junto a sus nietos una de las estampas más emotivas de la octava edición. Ellos colaboraron en la primera prueba de la semifinal. Según las normas del programa, los abuelos solo podían ayudar con indicaciones y consejos, sin meter la mano en los diferentes platos. La ganadora de la prueba fue Henar con su Fantasía de rabo de toro, una de las mejores creaciones de la presente edición.

Los reencuentros continuaron en una gala de sorpresas y emociones. Los mejores amigos de los aspirantes serían los encargados de ayudarles en la prueba de eliminación. Antony, Manuel y Adriana se quedaban a las puertas de la final. Su adiós dejaba el camino libre a Javier, Henar, Aurora y Nicolás.

Los cuatro finalistas tienen un don especial para la cocina, pero son muy diferentes entre sí. Javier, el benjamín del concurso ha sido el travieso de la edición. Pese a que se despista con facilidad, ha demostrado seriedad en los momentos más importantes.

Henar es una de las principales favoritas. Así lo ha refrendado desde el comienzo del concurso. Ha sabido ganarse a la audiencia gracias a su inocencia y serenidad. Nos ha dado varias lecciones de superación, tolerancia y generosidad que más de algún adulto quisiera para sí mismo. La gran aspirante a la victoria final, con permiso de Nicolás.

Con un recorrido ascendente el sevillano Nicolás ha conseguido un merecido pase a la final. Sus cocinados se han caracterizado por la coherencia y la responsabilidad. Con el cliché de niño casi perfecto de la edición, hemos descubierto que además es primo de Adriana Ugarte.

El nervio y la pasión por la cocina es cosa de Aurora. La aspirante a chef gaditana ha destapado su orgullo, coraje y sentimiento, factores que también inciden de manera directa en los fogones. Desde el inicio soñaba con la victoria final. Ahora, lo tiene más cerca que nunca.

Cuatro aspirantes que prometen un gran despliegue culinario para la cita decisiva. Puedes votar a tu favorito.