“A mí me gusta el flamenco, pero yo me atrevo con todo”

Entrevista a Daddy Melquíades. ‘El hormiguero 3.0’

El abuelo del ‘reggaeton’, a sus 92 años, ha alcanzado la fama como cantante después de toda una vida de funcionario. Anima a todos los mayores a “levantarse y vivir nuevas experiencias”

El abuelo Melquíades.
El abuelo Melquíades. / Atresmedia
Fátima Díaz

17 de septiembre 2017 - 21:24

Cualquiera diría que tiene 92 años. Daddy Melquíades ha conseguido en dos años lo que no había logrado en una vida entera trabajando como funcionario municipal; y no es el éxito, ni salir en televisión, ni convertir un vídeo en viral en unas pocas horas. Ha conseguido llevar a su esposa de luna de miel a Miami después de 64 años de matrimonio. Melquíades se ha convertido en el abuelo más marchoso de El hormiguero 3.0. En septiembre de 2015 ya nos sorprendió enseñándonos a cantar rap, ahora le da caña al reggaeton. Su vídeo sobre cómo componer un reggaeton en treinta segundos, emitido en el programa de Pablo Motos en mayo, sumó 1,5 millones de reproducciones en Facebook en las primeras doce horas y se compartió más de 45.000 veces; para Melquíades ha sido su billete para cruzar el Charco. Ahora rompe escenarios con A mí me gusta el Taca, Taca, de la mano de Jordi Moltó, guionista de El hormiguero, y el compositor Israel Delgado.

-¡Quién le iba a decir a usted, a su edad, que iba a triunfar en la televisión!, ¿no? ¿Cómo está siendo la experiencia?

–Maravillosa, estoy en una nube, de verdad. Lo mejor de todo es que mi familia lo está disfrutando muchísimo conmigo también. Fíjese que he podido irme por fin de viaje de novios con mi mujer a Miami... después de 64 años casados (risas). Fue una idea de Jordi (Moltó), lo de ir a Miami a la televisión de allí, y yo, por supuesto, dije que sí, si también iba mi esposa. ¡Uuuyy, lo pasamos fenomenal, hay vídeos en internet, puede verlos si quiere. Usted pregunte, pregunte, y yo le respondo a todo.

-¿Cuándo le propusieron hacer el primer vídeo, el del ‘Abuelo rapero’?

–Hace dos años ya, fue Jordi también en el que me lo propuso. Yo solía ir a los programas, a tocar las palmas (de público) y eso, ¿sabe?, es que tengo una pen sión muy baja y con eso mi mujer y yo nos ganábamos unas perrillas extra e íbamos tirando. Habíamos ido a muchos programas de la tele, pero nunca pensé que un día iba a fijarse todo el mundo en mí, que el entrevistado iba a ser yo (más risas).

-Ahora que ya es un personaje famoso, dígame: ¿qué es, para usted, lo mejor de la fama?

–Poder llevar a mi familia al programa, que están todos que no se lo creen con lo mío: mis hijos, mis nietos, mis dos bisnietas, todos. Hombre, y ganar un dinerillo, que no viene mal para ir tirando, ¿sabe? Ahora ya no puedo ni ir al mercado sin que me conozcan y me pidan autógrafos, fotos y todo eso; pero yo, encantado, yo me retrato con todo el mundo.

-¿Y lo peor de la fama? ¿Es eso, la falta de privacidad?

–¡Qué va! Yo no veo nada malo en ser famoso. La gente te pide eso, fotos y autógrafos, pero eso es estupendo, a mí no me molesta en absoluto. Te dicen siempre cosas muy amables y cariñosas, es un placer hablar con todos.

-Primero hizo un rap, ahora un ‘reggaeton’. ¿Había trabajado como músico usted antes, o es sólo aficionado?

–Sólo afición. Yo he trabajado toda la vida de funcionario municipal pero la verdad es que en mi familia siempre se ha vivido muy de cerca la música, nos gusta mucho a todos. Mi padre, recuerdo yo de joven, haberlo escuchado cantar muy bien flamenco, se defendía muy bien. En mi casa desde pequeño siempre se escuchó flamenco. Yo he sido aficionado siempre por eso. Pero ¿reggaeton??? Yo no sabía ni qué era eso, mujer. Es gracioso, pero en el vídeo que hemos hecho se ven acompañándome a un grupo de amigos míos de la residencia, todos abuelos, como yo (risas)... ninguno sabía que esa música existía pero, aún así, nos apuntamos a todo.

-¿Es ese el secreto para ser tan jovial a su edad? ¿Ser atrevido?

–Yo no sé cuál es el secreto, pero animo a todas las personas mayores como yo a que se apunten, a que se levanten del sofá y hagan cosas. Los vídeos que hemos hecho en el programa no son más que eso: homenajes a los mayores. ¿Atrevido? No sé si soy atrevido... A mí lo que me gusta es el flamenco, sí, pero la verdad es que me atrevo con todo. ¿Para cuándo lo voy a dejar? A mis 92 años me queda mucho por hacer y no quiero perder el tiempo.

-¿Cómo se vive la popularidad cuando uno tiene ya sus años? No se le irá a subir a la cabeza como a un chaval...

–(Risas). Como para que se me suba a la cabeza, ¡por Dios! Pues se vive con mucha más calma, supongo, sabiendo que esto es un espectáculo y que lo que realmente merece la pena es precisamente eso: vivir una nueva experiencia.

-En Latinoamérica es usted muy conocido, sobre todo desde este verano que fue a Miami a un programa de la televisión. Además, Daddy Yankee aceptó en ‘El hormiguero’ el reto de bailar con usted. ¿Cómo fue ese momento?

–Formidable, lo pasé genial. Daddy Yankee es un fenómeno. Me decía que de eso de componer un tema en treinta segundos, nada de nada, pero se lo demostré en directo (risas). Tuvo que darme la razón al final. En Latinoamérica, sí es verdad, estamos triunfando porque Youtube, Facebook, internet... es que nos acerca mucho a todos, es un lujo enorme las redes sociales.

-Por cierto, ¿cómo lleva el manejo de internet, de las redes sociales y demás? ¿ se le da bien?

–Me defiendo, más bien. Entiendo que son necesarios. ¡Ojalá hubieran existido en mi época! ¡La que habríamos liado! (risas).

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