Ese vídeo no tenía nada que ver con Agustín Pantoja, Daniela Romo o el ballet de Norma Duval, otros invitados a la Nochevieja de hace 35 años. El trabajo dirigido por John Landis dejó boquiabierta a la audiencia española que estaba siguiendo el primer especial que TVE producía en directo el 31 de diciembre, el Viva 84. El remate, sobre las cuatro de la mañana, no iba a ser el striptease que habían anunciado y que se optó posponer para mejor ocasión (ya llegaría el tiempo de la peludita Cicciolina un año después, el mismo especial con la revelación de Los Morancos).

Sin chica para desnudarse, con el temor a las críticas de la oposición de AP, el partido de Manuel Fraga, el epílogo iba a correr a cargo de los 14 minutos de Michael Jackson y el videoclip Thriller , la canción más reproducida en la historia y de cuyo elepé de vinilo, qué tiempos, se vendieron 104 millones de ejemplares. El terrorífico y revolucionario vídeo de Jackson se estrenó en la MTV el 2 de diciembre del1983 y en España se aguardó a la estelar noche del 1 de enero, y casi con motivo de ese desnudo truncado. A TVE le dio un arranque de dignidad con aquel despliegue porque quería competir con la autonómica catalana. Eran celillos de estas nuevas autonómicas que se subían a las barbas de Prado del Reír.

El director general de RTVE, José María Calviño, hizo poner las pilas al personal tras el mamarracho de especial anterior, cosas de la transición al felipismo en una TVE de cuervos soterrados, y encomendó el programa al especialista del entretenimiento en directo, el realizador del Estudio abierto de José María Íñigo, Fernando Navarrete.

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Y pese a los temores de un especial en directo que podía desmandarse, todo salió muy bien a ojos de los espectadores de 1983: los humoristas no dijeron nada grueso, los cantantes se atuvieron a su play-back y todo quedó como así, como innovador. Navarrete se encargó en los tres años posteriores de la Nochevieja en directo, con Concha Velasco de presentadora. La del 85, la de los Morancos, Cicciolina y caída de Mayra. La del 86, con las empanadillas de Martes y Trece y los saludos europeos. Y la del 87, con Marta Sánchez en su esplendor.

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En la bienvenida de 1988 la directora general Pilar Miró quiso encargarse personalmente del programa, un especial grabado, realizado por Hugo Stuven y del que quedó para la posteridad un pecho suelto de Sabrina. Aquel especial lo presentaron Carmen Maura y Arturo Fernández y Martes y Trece acuñó lo de “y ella no quería”.

Pero volviendo a 35 navidades atrás, Thriller fue un inesperado regalo. Michael Jackson fue una piruleta de vanguardia comercial, una estrella pop que quería demostrar que había crecido de sobra ante ese público que lo había seguido desde que era la mascota de sus hermanos. En 1982 había grabado el disco que lo consagraría aunque la popularidad definitiva no llegó hasta que se produjo el vídeo de los zombis y la memorable chaqueta roja, plástica y con hombreras, que se convirtió en un icono de la moda. Michael aún mantenía todas sus esencias y su novia en la ficción, la gritona Ola Ray, fue un fugaz romance del infortunado cantante antes de que terminara ensimismado en la cumbre de la soledad y la fama y ella optara por enseñar su thriller en la revista Playboy.

A la accidentada grabación del disco, del que Jackson salía frustrado con cada esfuerzo, le sucedió un año después el rodaje de este videoclip de Hollywood y con el cine dentro del cine. En aquellos tiempos cuando sólo había un Especial Nochevieja y todo el mundo aguantaba lo que hiciera falta para verlo hasta el himno nacional y aprenderse las gracias de Los Morancos, los espectadores de TVE sufrieron un impacto de modernidad.