Inma del Moral: su vida como farmaceútica 27 años después de su éxito en 'El Informal'
La actriz y presentadora, que saltó a la fama en 1998 como parte del elenco de El Informal, representa uno de esos casos de celebridades televisivas que, tras alcanzar la cúspide de la popularidad, optaron por desaparecer paulatinamente del foco
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Más de un cuarto de siglo ha pasado desde que Inma del Moral se convirtiera en un rostro imprescindible de la televisión española. La actriz y presentadora, que saltó a la fama en 1998 como parte del elenco de El Informal, representa uno de esos casos paradigmáticos de celebridades televisivas que, tras alcanzar la cúspide de la popularidad, optaron por desaparecer paulatinamente del foco mediático. Hoy, en 2025, su ausencia en las pantallas evidencia un cambio radical de rumbo profesional que la llevó a cambiar los platós por una farmacia.
En aquel lejano 13 de julio de 1998, Telecinco estrenó un programa que marcaría un antes y un después en el humor televisivo español. El Informal revolucionó la parrilla con su combinación innovadora de sketches, doblajes y entrevistas humorísticas, conquistando a millones de espectadores cada noche. Entre sus protagonistas destacaba Inmaculada del Moral, nacida en Madrid en 1974, quien se convirtió rápidamente en uno de los rostros más reconocibles de la cadena, formando equipo con Javier Capitán y Florentino Fernández durante los cuatro años que el programa se mantuvo en emisión.
Su presencia en el programa como reportera, constantemente asediada por los intentos de flirteo de Flo la catapultó a la fama nacional en una época en que las familias españolas aún se reunían frente al televisor cada noche. Sin embargo, tras su salida del programa (sustituida por Patricia Conde), su trayectoria mediática comenzó un declive gradual que culminaría con su práctica desaparición del panorama televisivo.
El meteórico ascenso mediático de una modelo convertida en presentadora
Antes de conquistar la pequeña pantalla, Del Moral había comenzado su carrera profesional como modelo. Apenas alcanzada la mayoría de edad, se trasladó a Milán para trabajar en el mundo de la moda, donde desarrolló una prometedora carrera internacional. Fue precisamente durante esta etapa cuando recibió la llamada que cambiaría su vida: Telecinco la contactó en 1998 para realizar unas pruebas de casting.
Su primer trabajo televisivo llegó con Perdonen nuestros pecados, un formato efímero que copresentó junto a Jordi Estadella y que apenas duró un episodio. Sin embargo, esta breve experiencia fue suficiente para que los ejecutivos de la cadena vieran en ella un potencial que pronto se materializaría con su incorporación a El Informal. Durante su etapa en este programa, Del Moral construyó un personaje característico que conectó con el público y la convirtió en una de las caras más queridas de la televisión española de finales del siglo XX.
La paulatina desaparición de los focos mediáticos
Tras su salida de El Informal, Inma del Moral intentó dar continuidad a su carrera televisiva y cinematográfica con resultados desiguales. Participó en algunas producciones cinematográficas con papeles secundarios y regresó brevemente a la televisión en 2003 para presentar El rayo, un talk show de Antena 3 junto a Jordi Cruz que no consiguió prolongarse más allá de una temporada. Precisamente durante esta etapa conoció a Juan Herrera, un cámara argentino con quien se casaría ese mismo año y tendría un hijo en 2006.
Entre 2013 y 2016, Del Moral reapareció fugazmente en la pequeña pantalla con su participación en la serie Cuéntame cómo pasó, donde interpretó el personaje de Wanda. Sin embargo, estos trabajos esporádicos no consiguieron devolverla al primer plano mediático que había ocupado a finales de los 90. Su estrella televisiva se fue apagando progresivamente hasta su práctica desaparición del panorama audiovisual español.
De los platós a la farmacia: una transformación profesional radical
Una de sus últimas apariciones televisivas, durante una visita al concurso Pasapalabra hace algunos años, desveló el radical cambio profesional que había experimentado. Según reveló entonces, había decidido abandonar por completo la industria del entretenimiento para dedicarse a regentar una farmacia, un giro profesional absolutamente inesperado para quien había sido una de las caras más populares de la televisión española.
Actualmente, Del Moral mantiene un perfil público extremadamente discreto. Su cuenta de Instagram, muy limitada, muestra únicamente algunas imágenes personales donde se la ve sonriente y aparentemente satisfecha con su nueva vida alejada de los focos. A sus 51 años, la que fuera una de las grandes promesas televisivas de finales de los 90 parece haber encontrado la tranquilidad y la felicidad lejos del mundo mediático que la catapultó a la fama.
La generación de presentadores de los 90: entre la nostalgia y el olvido
El caso de Inma del Moral no es único en el panorama televisivo español. Aquella generación de presentadores y comunicadores que alcanzaron la popularidad en la década de los 90, cuando la televisión tradicional aún dominaba el consumo audiovisual familiar, ha experimentado destinos muy diversos. Mientras algunos lograron adaptarse a los nuevos formatos y plataformas, otros, como Del Moral, optaron por reinventarse profesionalmente en ámbitos completamente distintos.
Su historia ejemplifica esa volatilidad de la fama televisiva que caracterizó a muchos rostros populares de finales del pasado siglo, que pasaron de ser figuras omnipresentes en los hogares españoles a desaparecer gradualmente del imaginario colectivo. En una era donde las plataformas digitales y las redes sociales han fragmentado el consumo audiovisual, aquellos éxitos televisivos masivos de los 90 adquieren hoy un carácter casi mítico para quienes los vivieron.
¿Qué fue de otros presentadores de 'El Informal'?
Mientras Inma del Moral optó por alejarse definitivamente de los medios, sus antiguos compañeros de El Informal han seguido trayectorias muy diferentes. Florentino Fernández ha mantenido una carrera constante en televisión y se ha consolidado como uno de los humoristas más populares del país, participando en numerosos programas y espectáculos teatrales. Por su parte, Javier Capitán ha continuado vinculado al mundo de la comunicación, principalmente en radio, aunque con menor presencia mediática que en sus años dorados.
Patricia Conde, quien sustituyó a Del Moral en el programa, logró construir posteriormente una sólida carrera televisiva, convirtiéndose en uno de los rostros más reconocibles de la comedia española contemporánea a través de espacios como 'Sé lo que hicisteis' o más recientemente en diferentes plataformas de streaming. El contraste entre estas trayectorias profesionales subraya las diferentes maneras de gestionar la fama y la carrera mediática tras participar en un programa que marcó época en la televisión española.
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