Mal está que La 1 incumpla de manera clara su función de servicio público, compitiendo descaradamente con las cadenas privadas con formatos que debieran estar muy alejados de su esfera, pero lo peor es que en su deriva haya involucrado también a La 2, a estas alturas, un canal que no deja de ser un títere que manosea a su antojo quien mueve los hilos del canal principal de TVE.

¿Quieren las pruebas del delito? El programa Versión española, con 26 años de vida, que se supone intocable porque promociona el cine nacional, fue levantado de la programación los domingos 14 y 21 de enero, sin aviso previo, para no restar audiencia a la emisión de las series La ley del mar y Zorro en La 1.

Eso después de haber parado el programa por las vacaciones navideñas.

Otro ejemplo: Cachitos y Un país para escucharlo.

Su emisión ha sido cancelada en esta semana con motivo de la emisión de la primera semifinal del Benidorm Fest.

La 2 no puede arañar ni un espectador a La 1, aunque el segundo canal los pierda a espuertas reemitiendo documentales de la Segunda Guerra Mundial, Hitler, los nazis, viajes gastronómicos repetidos y obras de arquitectura o ingeniería.

El magacín Culturas 2 y el divulgativo Un país para leerlo han sido expulsados a las mañanas de La 2 para dejar libres las tardes con el fin de ubicar allí todas las transmisiones de deporte femenino, para lo cual ha habido que suprimir todos los programas culturales que La 2 emitía en esa franja de lunes a jueves.La 1 no puede encajarlos porque su parrilla funciona muy bien de audiencia con los concursos y su cuota de pantalla descendería.

Mientras tanto, acabado el mes de enero, La 1 lo ha surfeado sin una programación estable nocturna con la que nutrir a los espectadores en hábitos de costumbre, tan valiosos para arraigar a los seguidores.Ha tenido un mes a base de cine y más cine, salpimentado con partidos de fútbol, que tan buen rédito le dan en el cómputo de la media mensual de audiencias.No es serio.