"Si hubiera sabido el título del programa no lo habría hecho"
La empresaria marbellí aceptó su participación en el 'reality' para demostrar que es "una mujer trabajadora y nada superficial".
Desde hace dos temporadas, las cámaras de La Sexta se cuelan en el día a día de varias mujeres adineradas. Una de ellas es Olivia Valere, una afamada empresaria del mundo de la hostelería y el ocio nocturno vinculada desde hace décadas con la alta sociedad de Marbella. Desde una habitación de hotel en Nueva York, Olivia asegura rotunda que este programa ha servido fundamentalmente "para quitar la concha al caracol y demostrar a la gente que no soy una persona superficial sino una mujer trabajadora que adora a los suyos".
-¿Qué pensó cuando le propusieron la idea de participar en un programa como Mujeres Ricas?
-Cuando acepté participar sólo sabía que se trataba de un reality show, pero no supe el nombre del programa hasta el día de la presentación a la prensa. Para mí fue una gran sorpresa y me quedé algo asustada. No me gustaba el título y, de haberlo sabido con antelación, seguro que no lo habría hecho porque proyecta una imagen superficial y no me gustaba estar en un grupo de este tipo. Yo no soy rica, soy una persona que ha trabajado muchísimo para poder ser lo que soy ahora.
-¿En algún momento se ha arrepentido de participar en el programa?
-No. La verdad es que me sorprendió el éxito que obtuvo la primera temporada y me ha servido para conocer a gente muy agradable. Aunque la grabación ha sido muy dura. Una cosa es verlo, y otra tener en casa a un equipo de entre seis y ocho personas desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche. En ocasiones se me hizo pesado, pero no, no me arrepiento.
-Y en casa ¿qué dijeron los suyos?
-A mi hijo no le gustó mucho la idea. Este año he tenido que hacer un pacto con ellos para que participen más en el programa, así que les he prometido que si colaboran conmigo pasaremos las próximas navidades en Sudáfrica. Ahora están felices porque tienen esa meta.
-¿Dónde cree que radica el éxito de este programa?
-Creo que en un momento de crisis como el que estamos pasando la gente busca este tipo de programas para divertirse y evitar sus problemas personales. Es un programa espontáneo que permite a la gente entrar en la vida y en las casas de los demás, algo que suele provocar morbo.
-¿Cómo definiría a las demás participantes?
-Mariana, la argentina, es una mujer encerrada en ella misma que no quiere estar rodeada de gente porque se ha llevado muchas decepciones, aunque también tiene mucho sentido del humor y es simpática. Al principio no quería hablar con nadie más que conmigo. Me debió ver vieja y fea para no considerarme puta, como al resto. En cuanto a Mar, la definiría como una chica simpática y agradable, pero poco natural. Ella actúa para los programas porque se ve que tiene una frustración personal con el mundo de la televisión, donde comenzó. Siente nostalgia por no haber continuado trabajando en ella. Pero te diría que es ella y sólo ella. De Natasha, la última en incorporarse, no tengo una opinión formada todavía.
-¿Cómo se ve usted en la tele? ¿Le gusta la imagen que proyecta?
-Creo que a la gente le ha gustado ver como soy realmente. Desde que en 1981 empecé a trabajar en la vida nocturna de París siempre he tenido una imagen en prensa de mujer superficial, ligada al lujo y a la jet-set. Cuando me hacían entrevistas sólo hablaban de cosas superficiales, pero gracias al programa el público ha visto una imagen distinta. Me han visto como una mujer trabajadora, que se ocupa de su familia y que adora cocinar. Una mujer de verdad y no una frívola que viaja en aviones privados y que tiene coches de lujo. Han conseguido quitarle la concha al caracol y demostrar que soy una mujer sencilla y natural que no se ajusta para nada a la imagen que se había proyectado hasta ahora. Me gusta la gente con corazón y no sólo la gente con dinero.
-Usted es una incondicional de Marbella ¿Cree que con su participación en este programa se relanza la imagen de Marbella?
-Llegué a Marbella en el año 84 y he conocido a todos los personajes importantes. Es cierto que la imagen de Marbella ha cambiado, pero también porque la edad de la gente que solía acudir a las fiestas ya no es la misma y no podemos estar bailando hasta las siete de la mañana. Pero creo que la crisis no ha afectado. La gente sigue teniendo dinero para divertirse y los buenos restaurantes están a tope. Creo que la crisis sólo le ha tocado vivirla a la gente pobre.
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