Toros

Castella, lesión en la mandíbula y cornada en la axila izquierda en Osuna

El matador de toros Sebastián Castella sufrió una aparatosa cogida ayer en la plaza de toros de Osuna, con una lesión en la mandíbula derecha, así como una cornada de seis centímetros en la axila derecha. El diestro fue tratado en la enfermería de la plaza de toros y una vez realizadas las primeras curas fue trasladado al Hospital de Osuna, donde se le apreció que no tenía fractura maxilar, como se temía al principio. El percance tuvo lugar en el quinto toro, un astado de Buenavista que se quedaba corto en la muleta. El diestro aguantó algunas coladas y parones en los muletazos. En uno de ellos le lanzó un tornillazo que le dio en la cara, tirándolo a la arena y cebándose con el diestro francés, al que enganchó por la axila derecha, zarandeándolo y propinándole una gran paliza. Castella fue trasladado de a la enfermería y posteriormente al hospital de Osuna.

En su anterior toro, Sebastián Castella triunfó ante un gran toro de Buenavista, al que le cuajó una importante, marca de la casa, con un gran valor y buen toreo. De hecho, el público solicitó el indulto del astado, que el presidente concedió. Un toro de nombre Jarreón, número 28. Paseó dos orejas y rabo simbólicas.

La corrida de Buenavista, en su conjunto, dio buen juego. Enrique Ponce, con primero, flojo y noble, realizó una labor estética. El cuarto derribó al caballo en el primer encuentro y resultó manejable para el valenciano, que realizó una faena completa con ambas manos. Aunque pinchó antes de la estocada, cortó una oreja.

Javier Jiménez manejó el capote con gran soltura. Estuvo firme ante un oponente algo incierto. Perdió premio al no acertar en la suerte suprema. Con el sexto, se entregó de nuevo el espartinero en otra labor de nota, que no rubricó adecuadamente.

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