Miguel Ángel Perera consiguió su mayor triunfo en Sevilla en toda su carrera. El torero extremeño se mostraba visiblemente emocionado tras haber cortado tres orejas en su única tarde en la Maestranza de Sevilla.

"Los toreros llevamos muchas cosas por dentro y la maravilla del toreo es esto. Sale una tarde en la que a priori no estaban las papeletas para ti, pero te pones a jugarlas y las pones de cara".

💬 "Es un sueño"➡️ Las palabras de @InfoMAPerera tras lograr la Puerta del Príncipe📺📲 Lo viste en https://t.co/TLxp8DQHgt pic.twitter.com/5aKUxlUj7j

— OneToroTV (@OneToroTV) April 10, 2024

El de Puebla del Prior, al borde de las lágrimas, añadía que "estaba a gusto, feliz motivado y he sabido leer los dos toros de esta tarde y estoy en un sueño".

Perera abrió por primera vez la Puerta del Príncipe de Sevilla desde que debutó en abril de 2006, hace 18 años. Un triunfo que se le había resistido y que le llegó en la única tarde en la que participaba en el ciclo abrileño sevillano.

El extremeño compartió además en sus perfiles sociales la salida a hombros en Sevilla con un mensaje especial en el que escribía: "Veinte años no son nada cuando se cumple uno de los sueños más bonitos de la vida, gracias, Sevilla", publicación que completaba con una pequeña galería de fotos acompañadas de un "Ser feliz es exactamente esto...".

Así fueron las faenas de Perera en Sevilla

Basado en la firmeza el extremeño cuajó dos faenas perfectas para las condiciones de sus enemigos.

En el primero empezó sobreponiéndose al viento que reinaba en ese momento toreando para el toro con el capote y sometiéndolo a base de tesón y de quedarse quieto. Se llamaba Panadero y fue un toro con sus complicaciones, pues repetía, pero de forma irregular, alguna vez con el pitón de fuera.

Miguel Ángel clavó las zapatillas en el albero y le ganó la pelea con unos redondos poderosos, lo metió en el canasto al natural y acabó en esos terrenos de cercanías en que tan a gusto se encuentra. Lo mató de forma contundente y una oreja al esportón.

Y con la Puerta del Príncipe entreabierta, salió un máquina de embestir humillando de nombre Oloroso y pelo castaño con el que Perera se explayó para cuajar una faena acorde con la clase del toro. Las dos orejas y a salir por el Paseo de Colón.