La lluvia y el viento frustran la reaparición de Morante en Olivenza

APLAZAMIENTO

El diestro de La Puebla tenía que haber toreado este sábado en el ruedo extremeño en un cartel que completaban Emilio de Justo y Borja Jiménez

La corrida se ha reprogramado para el próximo 22 de marzo

Morante de la Puebla, 189 días después

Apoderados, empresa y autoridad revisan el estado del ruedo de Olivenza en la mañana de este sábado.
Apoderados, empresa y autoridad revisan el estado del ruedo de Olivenza en la mañana de este sábado. / M.G.

La reaparición de Morante de la Puebla tendrá que esperar, al menos dos semanas más. La adversa climatología, el fortísimo viento que soplaba este sábado en Olivenza y el calamitoso estado de su coqueto ruedo ha forzado este aplazamiento. La corrida, con cartel idéntico de toros y toreros, se celebrará el próximo 22 de marzo. Seguirá siendo, en cualquier caso, el primer paseíllo de la temporada del diestro cigarrero en una terna inédita y atractiva que completaban los matadores de toros Emilio de Justo y Borja Jiménez además de los toros de Victoriano del Río.

La decisión, tomada al filo de las 13.00 era inevitable. El festejo de la víspera ya había tenido que ser suspendido a la muerte del cuarto novillo por el diluvio que dejó impracticable el ruedo. Los operarios se afanaron hasta altas horas de la madrugada para restañar los daños, secar el albero en la medida de lo posible y volver a protegerlo con la inmensa lona que en la mañana de este sábado era sacudida por los fuertes vientos reinantes. Numerosos charcos se embolsaban sobre la superficie mientras las cuadrillas, los apoderados, la empresa comandada por José Cutiño y los representantes de la autoridad revisaban su estado acordando retrasar el sorteo de las reses a lidiar con la certeza, cada vez más cercana, de la suspensión o el aplazamiento.

La vuelta de Morante había despertado una impresionante expectación entre los aficionados y los medios de comunicación. El diestro de La Puebla no se vestía de luces desde el 31 de agosto del pasado año, última corrida de una temporada dictada en dientes de sierra, plagada de idas y venidas y condicionada por los graves problemas de salud mental que el torero sufre desde su juventud, recrudecidos en los dos últimos años. Desde entonces el matador se ha recluído en Portugal para recibir el tratamiento que le ha permitido volver a estar en la cancha. Pero esta vuelta tendrá que esperar dos semanas más.

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