Victorino Martín: "Este el Premio Nacional de Tauromaquia de la libertad contra la censura"
GALARDONES
El presidente de la Fundación Toro de Lidia, la entidad que ha alentado la recuperación del galardón, reivindicó el mundo taurino como expresión de la cultura popular española en un acto respaldado por decenas de toreros, ganaderos y hombres del toro
Albert Serra y la Real Unión de Criadores reciben el Premio Nacional de Tauromaquia en el Senado

“La tauromaquia es la expresión de la cultura popular por excelencia de España;la que nos une e impregna al resto de disciplinas artísticas” proclamó Victorino Martín en la apertura de la entrega de este Premio Nacional de Tauromaquia, recuperado de la papelera del Ministerio de Cultura. El papel de la Fundación Toro de Lidia, que preside el prestigioso criador de Galapagar, ha sido crucial en la resurrección de este galardón que no ha quedado sin fallar ni entregar en su edición de 2024, la que se verificaba ayer en el Senado con el respaldo de nueve comunidades autónomas.
El acto revestía atmósfera de gran acontecimiento, de canto a la libertad, de reivindicación de la verdadera cultura sin ahorrar críticas al ministro Urtasun. Albert Serra, director de Tardes de Soledad, iba a recoger el galardón concecido ex aequo con la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia en el 120 aniversario de la fundación subrayando la referencia a la tradición y la vanguardia a la que había aludido el propio Victorino en un discurso que había servido para proclamar que el renacido reconocimiento era “el premio de la libertad contra la censura”.
Antes habían escuchado las palabras de Andrés Roca Rey, todo un matador en el atril de la cámara baja, en el Señado de España. Roca es el protagonista de la película del cineasta catalán que ya se había alzado con la Concha de Oro del festival de cine de San Sebastián. Es importante resaltar que la cascada de premios que ha cosechado Serra ha servido de espuela de la reconciliación del propio Roca con un trabajo que no había colmado sus expectativas en un principio. Pero todo es susceptible de dar la vuelta...
“Este galardón vuelve a ocupar el lugar que nunca debió perder”, señaló el diestro limeño sin dejar de alabar el trabajo de los criadores de bravo y la aportación de Serra, que coloca al mundo de la tauromaquia en la avanzadilla de la cultura contemporánea. “No podemos olvidar que este premio fue eliminado por decisión política” advirtió el torero retando al ministro de Cultura al espetar que “la tauromaquia no necesita su permiso porque sigue adelante con la fuerza de quienes la defienden y quienes llenan las plazas”. Roca Rey fue más allá al espetar que “la cultura no se impone desde un despacho; se mantiene viva en la sociedad y sigue ocupando su lugar”. El paladín peruano iba a rematar su intervención proclamando su amor por el toro bravo y la admiración por la “nueva mirada” abierta por la película de Serra. “Lo que importa es el toro y el toro ha ganado”, remachó Roca.
Serra iba a deshacerse en agradecimientos hacia Roca Rey, protagonista absoluto de una filmación que obligó a seguirle de plaza en plaza, colocando una cámara en los momentos más íntimos del torero; brindando un enfoque novedoso en el diálogo entre el toro y el matador. “La película existe única y exclusivamente gracias a su sorprendente generosidad” reconoció Serra. “Quise corresponderle de la mejor manera posible y desde mi punto de vista, desde mi manera de hacer, desde mi oficio, era haciendo la mejor película posibleporque pensaba que a la larga, o la corta, acabaría honrando la tauromaquia”, añadió.
Bañuelos, presidente de la Unión de Criadores, pidió respeto a las tradiciones y definió al toro bravo como el espejo más reconocible de la marca España. El presidente del Senado, Pedro Rollán, criticó las imposiciones de unos pocos y recordó que la legislación obliga a la protección y conservación de la tauromaquia. “No tiene ideología; no es de derechas ni de izquierdas, es de todos y en este punto de encuentro, para todos”, espetó Rollán.
Pero más allá de los discursos estaba el poder de la imagen: la de las decenas de toreros, ganaderos y hombres del toro que se sentaban ayer en los escaños del Senado de España. De Curro Vázquez a Ponce, pasando por David de Miranda, Tomás Rufo, Ortega Cano, Emilio de Justo. Cayetano, Esaú Fernández... Los apellidos más encopetados de los criadores de bravo -de los Domecq a la familia del Río- servían de respaldo a este acto que refuerza al mundo del toro gracias al empeño de la Fundación Toro de Lidia, el amparo del Senado y el apoyo de esas nueve comunidades autónomas que han apostado por la libertad.
También te puede interesar