En el contexto de la guerra de la Independencia Española, allá por inicios del siglo XIX, incontables batallas se libraron en la península ibérica entre el ejército francés y el español junto con sus aliados británicos.

En la batalla de Talavera, la cual tuvo lugar en 1809, los bandos fueron comandados por Jourdan, Victor y Sebastiani, en el caso de Francia, y Cuesta, Wellesley y Guard, en el caso de españoles y británicos.

El motivo por el que hacemos referencia a este evento específico de entre todos los que compusieron un conflicto bélico de seis años de duración, el cual se saldó con alrededor de un millón de muertos, no es más que la historia de uno de los personajes más curiosos de toda la historia militar española, uno de los sargentos de Caballería del Ejército Español: Antonio Chover.

Así pues, lo que le sucedió a Chover en esta batalla es de ese tipo de sucesos que perduran oscilando entre la realidad y el mito, y es que en todo conflicto bélico, además de provocarse incontables pérdidas humanas, comienzan a circular una serie de hazañas o gestas que, una vez se investigan con más detalle, terminan por confirmarse como simples mitos y leyendas.

Estos rumores suelen gestarse en el campo de batalla con fin de motivar a las tropas, enseñándoles el valor excepcional de lo que se suele denominar un héroe de guerra, concepto que no solo incluye el ejercicio militar, sino que también el convertirse en todo un icono de la valentía de todo un ejército y, por ende, en un elemento propagandístico que sirva de apoyo moral para los combatientes.

Con la ayuda de Darío Madrid (@Dario_Madrid_F en Twitter), cuyos contenidos se centran en la historia, especialmente militar, de nuestro país, hemos podido conocer la peculiar carrera de Chover, quien consiguió sobrevivir a innumerables heridas causadas por balas y sables y murió a los 81 años de edad, ya consolidado como Teniente Coronel, uno de los rangos más altos de todo el organigrama militar español.

En la batalla de Talavera, la cual mencionamos previamente, este sargento español consiguió asesinar a un oficial francés, aunque la lucha le provocó serias heridas en el omóplato y la pérdida de su oreja izquierda. Esto, no obstante, solo fue lo más superficial, especialmente en comparación con las lesiones sufridas posteriormente.

Al ser rodeado por tropas francesas bajo las ordenes del mariscal Claude-Victor Perrin, se ordenó la ejecución de Chover. Tras varios disparos y sablazos, ya sumados a las heridas previas, los franceses le dieron por muerto y le dejaron a su suerte en una cuneta.

Sin embargo, y a pesar de nada menos que 21 heridas graves, el sargento seguía vivo, y fue encontrado, por suerte, por otro sargento español, aunque en esta ocasión del Regimiento de Dragones de Lusitania. Juntos fueron buscando auxilio, puesto que este otro sargento también se encontraba gravemente herido. 

Finalmente se toparon con el municipio toledano de Cebolla, también bajo dominio francés, y se escondieron en los alrededores durante toda una noche hasta que las tropas galas se marcharon, momento en el cual los vecinos socorrieron a Chover, lo cual no pudo darse con su compañero, que no pudo sobrevivir.

Allí se quedó durante varios días, curando sus gravísimas heridas con nada más que sal y vinagre, lo cual le valió para reponerse y poder llegar a la ciudad de Sevilla.

En definitiva, esta experiencia, extremadamente cercana a la muerte, se saldó con la consolidación de un auténtico icono militar para la historia. 

Hace 213 años que tuvo lugar la batalla de Talavera .¿Saben ustedes que luchando contra el francés hubo un sargento español al que los gabachos le dieron 21 sablazos y balazos, que sobrevivió, y logró llegar por su propio pie a Sevilla, es decir, recorrió unos 350 km? (Sigue) pic.twitter.com/5dKtz0CDGb

— Darío Madrid (@Dario_Madrid_F) July 28, 2022