'Boutique' contra el cáncer

La empresa de estética y atención oncológica Pulseras Rosas ofrece artículos que hacen más cómoda la vida de los enfermos

Carla Herrera Caro y Soledad Cué Escalante, de Pulseras Rosas.
Ana Fernández

25 de noviembre 2012 - 01:00

Muchos son los malos momentos que se cruzan en el camino y mucho lo que se aprende de ellos. Casi ninguno trastoca más al núcleo familiar que la enfermedad y, si ésta se llama cáncer, las alarmas se disparan. En este desconcierto es importante el asesoramiento sobre cómo emprender una nueva vida para hacerlo todo más fácil. Nada como haberlo experimentado en tu entorno más cercano para saber que "todo se derrumba". "Cuando, hace cinco años, mi madre padeció cáncer de mama y salimos a la calle a buscar artículos, como pelucas o lencería, nos dimos cuenta de lo caro que era todo y de la dificultad para encontrar lo que queríamos", narra Carla Herrera, quien, a raíz de esta situación personal, y junto a su amiga y socia Soledad Cué, decidió emprender un negocio de estética oncológica donde las personas que sufren esta enfermedad hallen todos los productos que necesitan a precios justos.

Pulseras Rosas es el nombre de esta empresa, ubicada en el barrio de Los Bermejales, que acaba de arrancar y que ofrece a sus clientes una importante variedad de productos, calidad en los artículos e intimidad. "No nos hemos ubicado en una tienda clásica", explica Carla, que añade que Pulseras Rosas se encuentra en un espacio habilitado para una mayor comodidad de los clientes: "Nos encontramos en un salón con un vestidor privado, que evita las miradas indiscretas".

Este proyecto no sólo va dirigido a mujeres mastectomizadas, cualquier persona que haya sufrido esta enfermedad puede encontrar aquí pelucas, cremas cien por cien naturales (la piel sufre bastante durante los tratamientos), gorros, sombreros, pañuelos (desde 10 euros), pijamas de algodón, cubiertos de plástico que imitan a los metálicos (con la quimioterapia es común que el cubierto metálico dé mal sabor al comer), así como cosméticos naturales como las cremas de color que no castigan la piel, lápices de cejas, y un largo etcétera.

"Muchos de estos artículos parecen simples, pero son fundamentales para estas personas. Por ejemplo, si una señora de 50 años quiere ir a comer a un restaurante y tiene que llevar sus cubiertos de plástico, por qué tiene que ir con un tenedor de color rosa fucsia (los tonos llamativos o con motivos para niños suelen caracterizar a este tipo de cubertería). Nosotras vendemos cubiertos discretos que imitan a los de metal", cuenta la empresaria.

"Es fundamental que las mujeres mastectomizadas sigan sintiéndose guapas. Por ello, vimos necesario hacernos con una lencería estética, bonita, poco habitual en estos casos". Así, en Pulseras Rosas puede comprarse lencería para todo tipo de prótesis y con buen gusto. También mopas automáticas que facilitan el trabajo a la hora de limpiar a aquellas personas con linfedema, entre otros productos que, si no los encuentra, "nosotras se lo buscamos hasta conseguirlo", afirma Carla.

Carla y Soledad también se encargan de prestar asesoramiento gratuito sobre servicios que sus clientes puedan requerir, por ejemplo, acupuntura o fisioterapia. "Nos asesoramos sobre quiénes son los mejores en estas técnicas y se los aconsejamos".

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Father mother sister brother | Crítica

Destilación de la esencia de la vida