Hay un dato que ayuda a comprender el fenómeno de Esenzia, el proyecto emprendido por dos estudiantes veinteañeros de Sevilla: minutos antes de abrir su primera tienda física hace unos días en el centro de la capital la cola era interminable y en sólo unas horas lograron vender todo su stock, 256 prendas exactamente.

El negocio arranca hace un año en las redes sociales donde fundamentalmente hace marketing esta marca, fruto del espíritu emprendedor de dos sevillanos de 19 y 20 años que han sabido ver una gran oportunidad en una idea que les surgió entre clase y clase. Ésta consistía en estampar el nombre de Sevilla (inicialmente porque luego fueron ampliando a otras ciudades) en prendas deportivas, forros polares y sudaderas que ellos mismos y sus amigos lucían en las redes sociales. Y con ingenio y constancia ha triunfado con la venta online, su principal vía de comercialización hasta ahora. Los clientes llegan redireccionados desde plataformas como Instagram o Tik Tok y con la ayuda de algún sorteo o concurso, juegos en la red que en el último caso tuvo 1,3 millones de visualizaciones, han conseguido deshacerse prácticamente de todo el stock sobrante del invierno. 

Esenzia cerró 2021 con una facturación de más de 200.000 euros, cifras que van aumentando. De hecho, la plantilla se ha duplicado en unos meses y sólo en enero el volumen facturado ha sido de 60.000 euros, de los cuales el 10% corresponde a los primeros días de ventas en la tienda física de la calle El Silencio, apenas 25 metros cuadrados que también cuenta con un rincón para instagramers. "Nuestro público son jóvenes de 14 a 25 años, fundamentalmente, que nos conocen en redes sociales, pero la tienda física nos está permitiendo ampliar ese target, por lo que estamos abriendo también el catálogo a camisas, polos, jerseys y guayaberas", explica Alessandro Ridolfi, fundador de la empresa junto a Carlos Guillén.

Aunque ya contaban con puntos de venta en la calle Castilla, en Triana, y también en el barrio de Salamanca, en Madrid, la apertura de una tienda física propia pretendía humanizar el proyecto y generar una nueva experiencia de cliente, que puede probarse y disfrutar de la prenda. Y éste es un modelo que planean extender también a otras ciudades. Esa visibilidad es la aliada perfecta para aumentar la facturación e irrumpir con nuevos productos en las colecciones de primavera y verano, pues el fuerte de Esenzia era el otoño-invierno al ser el forro polar la estrella del catálogo.

Esenzia sigue trabajando su línea de negocio B2B, personalizando prendas para residencias y colegios mayores, hermandades y otras entidades de Sevilla y de fuera que confían en la calidad de sus productos. 

Además, la entrada en breve de un nuevo socio con un 4% de la participación de la empresa dará un nuevo impulso publicitario importante. El año pasado, en una primera ronda de financiación, entró como socio con un 20% de Esenzia Marco Pozzi que hasta ahora se había dedicado al sector hotelero y startups tecnológicas, y ya se prepara una segunda en septiembre.

La tienda física de Esenzia en la calle El Silencio ha confirmado que sus prendas personalizadas con el nombre de Sevilla tiene también mucha aceptación entre los turistas, confirmándose como un souvenirs, además de como una tendencia de moda. Lo que abre una nueva vía de negocio.