Más allá del azahar y la primavera, ¿a qué huele Sevilla? ¿qué tacto tienen sus calles? y ¿qué sabor? Lo que a priori parace un acertijo, Carmen Costa se encarga de descifrarlo en las visitas guiadas que organiza desde Sevilla Museo Vivo. La gestora cultural no se considera una guía, sino una "intérprete del patrimonio", ya que sus paseos por monumentos, calles y edificios emblemáticos de la ciudad nada tienen que ver con "las soporíferas historias que entrañan muchas visitas guiadas". Su trabajo se centra en las sensaciones, además de en la historia. Un rasgo que la distingue y que le permite realizar rutas para personas sordas y sordociegas, contando para ello con un equipo de intérpretes de lengua de signos que ofrece un servicio de calidad y adaptado a sus discapacidades.

Tras cursar diseño de moda y estilismo, la joven se decantó por estudiar Historia del Arte y realizar un máster en museología y museografía. Tras dedicarse al montaje de exposiciones y museos y después de trabajar como guía en España, Francia y Portugal, "empecé a entender lo que le gustaba a la gente y descubrí que no les satisfacían las típicas visitas. Así que opté por montar recorridos que permitieran a los asistentes meterse en una máquina del tiempo, que sintiesen la ciudad de la época histórica que estemos tratando en ese momento y que vieran a Sevilla como un museo vivo".

Conseguir la atención de adultos y pequeños para Carmen Costa es tan importante como conocer la historia de la ciudad. Además de anécdotas y leyendas, la también presidenta de la asociación de dinamización del patrimonio Diart prepara su interpretación frente al público. "Es una parte muy significativa de mi trabajo; es lo que me diferencia de otras rutas. Me adapto al perfil del grupo. Enfoco los monumentos, la cultura, la historia y el arte de forma que conozcas, aprendas y te diviertas".

Desde que fundó a finales del verano de 2013 Sevilla Museo Vivo, muchas son las visitas que ha llevado a cabo, siendo su especialidad la de crear sensaciones que hagan al visitante experimentar nuevas fórmulas de interpretación del patrimonio y los museos. Para ello, se sirve de los recursos que ofrece la ciudad en un momento determinado, provocando maridajes entre el patrimonio y la gastronomía, la moda, las costumbres... "Una de las rutas que funciona muy bien en esta época es la de El arte de la Semana Santa, donde se conocen los entresijos de la fiesta a través del paseo por talleres de bordados en oro, orfebrería, velas rizadas...".

La Sevilla de Cristóbal Colón o Aníbal González, la Catedral, el Alcázar, el Barrio de Santa Cruz, la Exposición del 29 o el Salvador son algunos enclaves de la Sevilla monumental que pueden descubrirse de manos de la gestora cultural.

Otro punto fuerte son los museos. El de Bellas Artes, el Arqueológico, el de Artes y Costumbres Populares o el de la Judería, todos vistos desde una perspectiva diferente, sobre todo, si el recorrido se encamina a un público infantil. Una de las últimas visitas que organizó para familias fue en el Museo de Bellas Artes, donde, a través de una selección de obras, los más pequeños pudieron interactuar con Costa. "Mi objetivo es que a los pequeños les interese la cultura, la historia y se olviden de los videojuegos por un momento".