Sevilla es una ciudad que cuenta con monumentos y edificios históricos, algunos de ellos son uno de los más grandes de Europa, como es el caso de la Catedral de Sevilla, la cual es también la iglesia más grande de toda España. Sevilla, desde el año 1992, también cuenta con la estatua más grande de toda España.

El Nacimiento del Hombre Nuevo, más conocida como el Huevo de Colón, ya que hace referencia a su forma y a la historia tiene detrás, fue realizada por el georgiano Zurab Tsereteli. Esta estatua fue un regalo de Rusia a la ciudad de Sevilla con motivo de la celebración de la Exposición Universal de 1992.

A día de hoy, esta estatua se encuentra al final del paseo central del parque de San Jerónimo. Esta obra está hecha de bronce y puede verse desde los alrededores con gran facilidad, ya que tienen unas grandes dimensiones, que la hacen la estatua más grande de toda España. Su altura alcanza los 45 metros, aunque si queremos contar la escultura sin el huevo que la rodea, alcanza los 32 metros de altura. Su peso es de 500 toneladas y se tardó casi nueve meses en montarla.

Esta estatua se inauguró en octubre de 1995, aunque desde su colocación en el parque de San Jerónimo se ha visto sometida a un continuo deterioro, ya que al poco tiempo de su colocación comenzaron a desaparecer las planchas que recubre la estatua. Aún se puede observar esta gran obra, aunque su aspecto es diferente al que tenía hace treinta años.

La leyenda detrás de la estatua

Según lo recogido por el historiador Benzoni, Colón fue invitado a un banquete organizado por el cardenal Pedro González de Mendoza, en el cual varios de los asistentes cuestionaron y dudaron del valor del logro, aunque más que cuestionar el logro que había realizado, estaban cuestionando a su persona.

Tras sufrir una serie de humillaciones y alguna que otra descalificación de su descubrimiento, Colón tomó un huevo y preguntó a sus acompañantes si alguno de ellos era capaz de mantenerlo derecho, en posición vertical, sobre la mesa y sin ningún apoyo, pero ninguno de los asistentes consiguió cumplir el reto

Entonces el explorador realizó un único movimiento: aplastó de un golpe un extremo del huevo. Así logró que se sostuviera recto y cumplir el reto. De esta forma, se explica el por qué la estatua está rodeada por esa forma ovalada y el apodo que ha adoptado de Huevo de Colón