Se trata de una cavidad de aproximadamente 2.200 metros distribuidos en varios niveles de los cuales 1.200 metros forman parte del recorrido de sus visitantes. 

La gran extensión de sus lagos, la abundancia y variedad de formaciones, y la longitud de su desarrollo hacen de este complejo subterráneo un conjunto de gran belleza y vistosidad.

Formaciones estalactíticas, estalagmitas, columnas, gours, coladas, pisolitos, excéntricas, cortinas...todo un mundo que la persistencia del agua, la piedra y el tiempo han ido conformando para que la imaginación humana, pueda sentir la dimensión exacta de la naturaleza.

Sus características la convierten en un atractivo natural que enamora a quien la visita, siendo el monumento natural más visitado de la provincia de Huelva.

La abundancia y la variedad de espeleotemas o formaciones calcáreas, estalactitas, estalagmitas, columnas, gours, coladas, pisolitos, excéntricas, cortinas, aceras de calcitas, etc., la convierten en un lugar especialmente atractivo desde el punto de vista turístico.

Es una cavidad freática originada por la acción erosivo-disolutiva de las aguas sobre las rocas, mármoles, del Cerro del Castillo.

Posee un desarrollo horizontal en el que se pueden distinguir tres niveles de galerías superpuestos.

Se trata de una cavidad de aproximadamente 2.200 metros distribuidos en varios niveles de los cuales 1.200 metros forman parte del recorrido de sus visitantes.

Las galerías se sobreponen en 3 niveles de alturas diferentes, arrulladas por el silencio que el agua de sus lagos es capaz de proponer.

Las visitas duran 45 minutos, se hacen en grupos reducidos con un guía que acompaña durante todo el recorrido y detalla cada uno de los fenómenos que se van observando.

En 1914 se convirtió en pionera del turismo subterráneo, desde entonces, miles de personas han podido observar su belleza y su singularidad.