La crisis desde los ojos de un niño

"Tengo nueve años y estoy enfadado con el mundo. Ya sé que soy pequeño, pero tengo sentimientos. Dentro de poco volveré a mudarme de piso porque no podemos pagar la casa donde vivimos ahora, aunque oficialmente yo no sé nada". Éstas son las primeras líneas del libro La vida según Roberto, el primer trabajo de la colección Como la vida misma, que acaba de presentar la editorial sevillana Cruda Realidad.

El objetivo que persiguen las editoras Cristina Pérez y Lucía Fernández es que los pequeños de 8 a 12 años, aproximadamente, sean conscientes de la difícil situación, especialmente económica, por la que atraviesan muchas familias, situaciones nuevas a las que el menor necesita adaptarse. "Los padres, a veces, protegen demasiado a los niños y estos tienen la capacidad suficiente para adaptarse a las diferentes situaciones. Muchas veces expulsamos a los niños de la realidad, no dejamos que la conozcan, cuando ellos también son miembros de la familia", señala Cristina Pérez Barroso, editora y autora de La vida según Roberto. "Los adultos pensamos que estas circunstancias pueden afectar mucho al menor; sin embargo, yo creo que los adultos podemos aprender mucho de los niños, nos pueden dar ideas".

A lo largo de este cuento, ilustrado por Inés Morales Belda, Roberto relata sus emociones y pensamientos. Él es consciente de la tristeza de su madre, Susana, y del abandono de su padre, aunque nadie se lo haya dicho. "Los niños son conscientes de lo que ocurre alrededor suya, aunque a veces pensemos que si los mantenemos al margen no se van a enterar", apunta la autora. "Para ellos es una aventura cambiar de ciudad, por ejemplo".

La autora reconoce que muchos adultos le han comentado que el libro les resulta triste, "sin embargo, las impresiones de los niños son totalmente distintas". Cristina Pérez defiende su trabajo en relación con otros cuentos clásicos: "Más triste es La Cenicienta o Hansel y Gretel, que son abandonados porque sus padres no pueden mantenerlos; o Caperucita Roja, que es devorada por un lobo".

La vida según Roberto es el primero de una colección de cinco libros "adaptados a los nuevos tiempos", pero siempre con un final esperanzador. "El segundo libro ya está en marcha, pero no quiero adelantar nada, sólo puedo decir que la protagonista será una niña llamada María". Estos cuentos ilustrados cuentan con la participación de artistas desconocidos en el mundo literario, como la ilustradora Inés Morales. "Queremos dar visibilidad a aquellos ilustradores menos conocidos pero de gran calidad".

El proyecto de la editorial nació a principios de 2013 de la mano de la periodista Cristina Pérez, la filóloga Lucía Fernández y el community manager Alfonso Gómez. Ambas mujeres vienen del mundo de las librerías y conocen bien el sector. "La idea surgió porque no nos gustaba la manera en la que los medios tratan el tema de la crisis, concretamente a las personas que lo sufren", indica Pérez Barroso. "No son víctimas, son personas que atraviesan una situación difícil temporal. No nos gusta esa caridad que hoy llaman solidaridad. Tienen que conseguir las fuerzas suficientes para salir. Es cierto que es mejor un kilo de arroz que nada, pero lo que hay que reclamar es dignidad, hay que reivindicar un derecho, a la vivienda por ejemplo, no una asistencia social".

Aunque el nombre de la editorial, Cruda Realidad, ya marca su línea de trabajo, la editora asegura que la idea del proyecto no está del todo definida y están abiertos a nuevas propuestas literarias.

De momento, la editorial dará a conocer La vida según Roberto -que ya está a la venta por 12,90 euros en varias librerías de Sevilla, como Baobab, Birlibirloque, La Extravagante, El Oso y su Libro, Rayuela y Un Gato en Bicicleta, entre otras- en diversas bibliotecas públicas y centros escolares de la provincia con el propósito de que los niños, apoyados por un audiovisual, conozcan situaciones como los desahucios o el paro, ya que "lo que se ve en la televisión no es ficción, es realidad".