Nutrición

La dieta del (buen) universitario

  • ¿Cómo seguir comiendo sano estando independizado? Aquí se presentan algunos consejos para mantener los hábitos saludables cuando los jóvenes abandonan el nido

Comedor universitario.

Comedor universitario. / M. G.

Una nueva vida lejos de casa implica grandes cambios a todos los niveles, sobre, todo en los universitarios y su dieta. Las horas de estudio y el estrés aumentan considerablemente en la universidad, pero es importante no dejar de lado los hábitos saludables cotidianos para rendir lo mejor posible en esta nueva etapa. Los expertos de Kaiku Caffè Latte y Kaiku Sin Lactosa comparten los consejos más saludables para dar los primeros pasos en la vida universitaria.

Establecer una rutina

Durante el primer año fuera de casa, el cuerpo y la mente se preparan para cambiar de rutina por completo, y es cuando los malos hábitos pueden aparecer. El primer consejo de la lista a la hora de mantenerse sano incluso en la universidad es no alejarse de la rutina diaria cotidiana.

Con la llegada de la universidad, el estrés y el trabajo se acumulan y se hace crucial establecer unos hábitos y horarios regulares en cuanto a las horas de las comidas, los momentos de descanso y los ratos de estudio. De esta forma, se asegura que el cuerpo no viva cambios muy bruscos que puedan alterarlo tanto anímica como físicamente.

Es importante evitar los caprichos y la comida rápida. Es importante evitar los caprichos y la comida rápida.

Es importante evitar los caprichos y la comida rápida. / M. G.

Cuidado con las horas intempestivas

Estudiar hasta tarde es uno de los gajes del oficio de todo estudiante universitario, lo que da lugar a picoteos a altas horas de la noche y a consumir bebidas energéticas que aunque a corto plazo funcionan, a largo plazo son contraproducentes para el cuerpo y la mente. Es importante optar por alimentos con un alto nivel en proteínas y en fibra, como los lácteos o los cereales integrales: energía controlada y a largo plazo.

Evitar los caprichos

Hay estudiantes que si no toman un café a primera hora de la mañana, "no son personas". El café mañanero es uno más dentro de la rutina de todo estudiante, y es un gran compañero de biblioteca si se toma con cabeza. Ni tamaños XXL, ni tazas pequeñas demasiado cargadas, tener controlada la cantidad de cafeína es mucho más fácil en formato cup.

Practicar el 'smart snacking'

Cuando las horas estudiando se alargan demasiado, el primer instinto es recurrir a snacks poco saludables, cargados de azúcares y grasas. Para evitar la tentación, nada como tener siempre a mano, tanto en la mochila como en la nevera, aperitivos que sean fáciles de llevar y sobre todo, saludables. Humus con zanahorias, cacahuetes, manzana o la combinación perfecta entre muesli, fruta y yogur.

Dormir lo es todo

Una de las razones por los que la motivación y los hábitos saludables se ven diezmados es por la falta de sueño. En la vida universitaria hay hueco para las fiestas y las quedadas, pero para mantener un estilo de vida saludable, también debe haber hueco para el descanso. No dormir todo lo necesario, empeora el metabolismo y fomenta el consumo de alimentos poco saludables. Puede que las recomendadas 8 horas de sueño no se cumplan siempre, pero es bueno compaginar las horas nocturnas con pequeñas siestas de 20 minutos en mitad del día.

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