Alcalá de Guadaíra

Cómo disfrutar con todos los sentidos del Monumento Natural Riberas del Guadaíra

La Casa del Guarda en Riberas del Guadaíra.

La Casa del Guarda en Riberas del Guadaíra. / M. G.

Pasear por la zona de Riberas del Guadaíra es una manera de empaparse de la historia de Alcalá, pero ahora hay más razones para disfrutar de este monumento natural La histórica Casa del Guarda se ha convertido en una zona de restauración con terrazas a modo de miradores sobre río, conectados con el Molino de Oromana mediante una nueva pasarela. Todo ello plenamente accesible y con dotación de aseos para cubrir otra de las demandas que había sobre este espacio. 

Veladores, tumbonas, sombrillas y servicio de restauración en un espacio histórico y singular, rehabilitado cuidadosamente para integrarse en el parque de Oromana. Un lugar que entronca con la Alcalá de los paisajes que desde el siglo XIX ha sido motivo de inspiración para los pintores.

La alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, Ana Isabel Jiménez explicó que se trata de una iniciativa atractiva, respetuosa con el espacio natural, e integradora con el patrimonio existente, como los centenarios molinos ribereños y el diseño regionalista del entono, "poniendo en valor un edificio y recuperando recuerdos de distintas generaciones" .

Está abierta al público desde el pasado 27 de julio para "generar nuevas vivencias de ocio y disfrute para el presente y el futuro, para la población local y todos aquellos que redescubran la singularidad de nuestro entorno natural". 

Horario

Aquí se podrá desayunar, tomar aperitivos y pequeñas tapas, bebidas y copas y se adaptará a las distintas estaciones. Hasta finales de agosto abrirá de miércoles a domingo por la mañana de 9:00  a 12:30 y, por la tarde, de 19:00 a cierre (aproximadamente a las 2 horas de la madrugada).

El proyecto La Casa del Guarda, con la traza del arquitecto Juan Talavera, se ha rehabilitado con especial respeto tanto al edificio como al entorno. Así lo ha explicado el arquitecto alcalareño, Antonio García Calderón, quien ha explicado del proyecto que la cubierta se ha restituido con materiales resistentes actuales pero de diseño y estética original, adecuando los espacios interiores para conseguir más funcionalidad, restaurando la fachada y dotando al inmueble de los necesarios suministros de agua, saneamiento o electricidad. 

El ámbito de actuación es de unos 200 metros cuadrados , y mediante terrazas intermedias a distintos niveles este bar-cafetería se une al molino de Oromana , reconocible por todos por su arco en medio del paseo y su mirador junto a la canalización de agua con vistas al Molino de San Juan. Las pasarelas sirven además para proporcionar la mayor accesibilidad posible en estos espacios diseñados originariamente con escaleras. Precisamente, uno de los elementos más llamativos es una pasarela de madera con forma circular que desde este arco lleva al público a la terraza de veladores inferior, junto a la orilla.

Actividades

Por su parte, la gestora del edificio, Raquel Guerrero, responsable de la empresa de turismo Riverízate que ya organiza actividades en la ribera como paseos en kayak, desde el cercano Centro de Turismo Sostenible, ha adelantado el gran cariño el ilusión de la puesta en funcionamiento de ‘La Casa del Guarda’, manteniendo el nombre original como símbolo alcalareño. Calidad y detallismo en un proyecto que pretende seguir dando vida al Monumento Natural y promover el Turismo. 

Además de las mesas y sillas, el equipamiento ofrece sombrillas y tumbonas colocadas estratégicamente para que los usuarios se sientan como delante de un cuadro pero en la vida real. Asimismo, se han colocado luminarias para el uso nocturno, y también se irá dotando de librería de temas locales para hacer más relajante y enriquecedora la estancia.

Esta iniciativa se une a otras como la recuperación de caminos, las plantaciones de especies autóctonas, la regeneración de orillas, o los miradores, como el Mirador de Benarosa o el de San Juan, entre otros.

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