La excelencia sacada de una baraja de cartas

El maestro de maestros del ilusionismo español presenta su nuevo espectáculo, Magia Potagia, en el Teatro Quintero desde hoy y hasta el próximo domingo 27 de marzo. Durante dos horas, el show de Juan Tamariz volverá a tener el elemento sorpresa como clave para captar a un público que espera siempre con impaciencia lo mejor de este profesional de la ilusión.

Magia Potagia es un compendio de los mejores números de Tamariz, en compañía de la maga colombiana Consuelo Lorgia, quien asombrará a los asistentes con sus dotes telepáticas y sus asombrosas levitaciones.

Juan Tamariz es considerado como uno de los mejores magos de nuestro tiempo y así lo atestigua su currículum. Nació en Madrid en 1942, estudió Física y Cinematografía. Es mago profesional, autor y experto seminarista y campeón del mundo en el campo de la magia con cartas. A lo largo de su carrera ha ganado numerosos premios dentro y fuera de España. Ganó el segundo premio en el Congreso Mágico Nacional de Zaragoza en 1962. En 1968, obtuvo el As de Cartomagia en el primer certamen mágico de Madrid. Además, también ganó, junto al mago Juan Antón, el As de Magia y el Premio Extraordinario. En 1972, ganó el Gran Premio en el Congreso Nacional de Magia de San Sebastián. En el ámbito internacional, ha recibido varios premios, además del Primer premio mundial de Cartomagia (París, 1973). En el congreso mundial de 2009 celebrado en Pekín, se le otorgó el premio honorífico.

En el espectáculo que hoy presenta no hay grandes ilusiones que hagan desaparecer tigres o mujeres, pero los pequeños objetos adquieren vida y con ello le basta para derogar las leyes de la naturaleza.

Por su parte, la maga Consuelo Lorgia también actúa el sábado 26 y el domingo 27 (14 euros) en el Teatro Quintero. En función familiar (12:00), esta ilusionista colombiana, ganadora de varios premios internacionales y más de 30 años de profesional, divertirá tanto a niños como adultos.

Su espectáculo consiste en una hora de efectos visuales, llenos de color y encanto (pañuelos, flores, billetes, efectos con animales vivos, conejos, a veces palomas) y, sobre todo, de mucha participación del público infantil, con juegos, generalmente, cómicos.