La Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía premia la trayectoria empresarial de Robles

La familia Robles en la entrada de Green Patio
La familia Robles en la entrada de Green Patio, en uno de los últimos eventos en los que ha participado en Madrid. / M. G.

El reconocimiento de los compañeros de profesión es siempre el más difícil de conseguir. Eso está solo al alcance de quienes llevan a su trabajo toda la sinceridad y el buen hacer del que hace las cosas poniendo su vida en ello. Grupo Robles ha conseguido este año el reconocimiento de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía. Un galardón a la Trayectoria Empresarial para una firma que se ha convertida en la embajadora de la alta gastronomía de Sevilla y que será entregado el próximo 10 de marzo en el Palacio de Congresos de Granada.

Se trata de una distinción “a toda una vida de trabajo, empleo y entrega a la hostelería", señalan desde la Federación Andaluza de Hostelería. El 10 de marzo se celebrará por segundo año.

“El galardón es un reconocimiento a los años de experiencia y todo el tiempo que llevamos. Además coincide con que cumplimos 70 años desde que empezó Robles en Sevilla. Todo esto hace que el premio venga muy bien recibido y nos llene de mucha motivación”, afirmó Pedro Robles, gerente del grupo de restauración.

Una de las características de estos galardones es que los hosteleros premian a sus compañeros. “Un reconocimiento recibido por los compañeros de profesión es doble o triple premio siempre. Ellos saben ‘de facto’ lo difícil que es estar todos los días a pie del cañón con el rigor y con los mismos valores y todo el sacrificio que supone llevar una empresa adelante y más de hostelería como está la cosa hoy. Hay muchas dificultades para encontrar profesionales y personal y, aparte todas las dificultades que tiene estar trabajando los días que todo el mundo se divierte. Así que, ese reconocimiento nos da un apoyo fuerte para seguir luchando, trabajando y nos llena de una gran motivación para seguir avanzando y evolucionando en ese sentido”, aseguró Pedro Robles.

Uno de los grandes logros de Casa Robles es su sello familiar, tanto que entrar en un restaurante del Grupo es sentirse como en casa. El padre, Juan Robles, dejó un legado hostelero que pervive en sus hijos y nietos. Un sello Robles que ha conseguido el difícil equilibrio de evolucionar sin perder la esencia.

“Estamos muy satisfechos porque en este año también se han incorporado dos de mis hijos y dos sobrinos. Todos han llegado al Grupo Robles después de estar varios años fuera trabajando en diferentes puestos de hostelería otros campos. Mi hija ha adquirido experiencia en el sector de la publicidad, marketing y directora de arte, ha llegado a la empresa para llevar el tema de publicidad, comunicación y todo lo que es redes y diseño creativo de todo el grupo. Tanto mi hijo Juan como mi sobrino Jesús están supervisando todos los negocios. Cada uno ha estado 5 o 6 años fuera y han querido incorporarse a la Casa. Y mi otro sobrino, que ha sido varios años auditor de cuentas en Luxemburgo, ha aterrizado directamente en administración y gestión”. Orgulloso puede estar el tabernero Juan Robles de la estirpe de hosteleros y del sello dejado en la historia de la gastronomía.

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