La impunidad del 'bullying' telemático

Varias universidades realizan un estudio que trata de identificar los factores que desencadenan la violencia de género y el acoso en estudiantes de entre 15 y 17 años

Una persona escribe y lee comentarios en una red social a través de los teléfonos móviles.
Una persona escribe y lee comentarios en una red social a través de los teléfonos móviles. / M. G.
S. V.

04 de mayo 2018 - 09:04

Las redes sociales llegaron para cambiar la forma de relación y uno de los colectivos que hacen más uso de ellas son los adolescentes, nativos digitales que muestran sus actitudes y personalidad a través de internet. Debido a la gran relevancia que dichas plataformas han cobrado entre ellos, un equipo de investigación de varias universidades españolas ha dado a conocer un estudio que trata de identificar los factores que desencadenan la violencia de género y el acoso en estudiantes de entre 15 y 17 años.

"A esta edad se definen la identidad del individuo y las relaciones entre sus iguales. Empiezan a sustituir a la familia por los amigos y las redes sociales se presentan como una prolongación de su grupo. Un espacio donde lo comparten todo, dándole más importancia que a la comunicación presencial", explica la investigadora Leticia Velasco. Esta investigadora, junto con Esther Mena y Juan Carlos Tójar, del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la UMA, han analizado las respuestas de 284 estudiantes de ocho centros de Secundaria.

Esta experiencia reflejó que el 17% de los adolescentes encuestados declaran haber sufrido bullying y el 10% reconocen haber participado en el acoso a algún compañero o compañera en la red. "Hacerlo a través del ordenador les confiere cierta impunidad e invisibilidad, además de sentirse respaldados por un grupo", comenta Esther Mena. Esta idea se confirma con los datos del proyecto que refleja lo que piensan los participantes. El 92% asegura que sus compañeros son más violentos en línea y el 82% afirma no tener consecuencias cuando intervienen en actividades nocivas.

Parte de esta impunidad es consecuencia de la dificultad de la familia y el profesorado para detectar estos episodios. "El acoso se da en el cuarto de los jóvenes y, en muchos de los casos, ni siquiera lo hacen en su propia habitación, sino que están en casa de un amigo", subraya Leticia Velasco. Por ello, recomiendan que se conecten en lugares comunes de los hogares. Asimismo, proponen otra serie de medidas como las que apunta Juan Carlos Tójar: "Sería interesante que familias y docentes pudieran acceder a una formación que les enseñara cómo identificar los problemas y de qué manera afrontar los casos". Esto se completaría con la colaboración de toda la comunidad educativa junto con los estudiantes.

Un libro de apoyo para profesores, padres y víctimas

Lucía era una niña de 13 años de una pedanía de Murcia que decidió acabar con su vida el pasado 10 de enero de 2017 tras haber estado sometida, durante dos años, a un incesante hostigamiento por parte de sus compañeros del colegio. Aunque cambió de instituto e hizo nuevos amigos, sus acosadores siguieron persiguiéndola. Nadie se percató de la gravedad del asunto ni tomó las medidas adecuadas para impedir el suicidio de la niña. Su caso fue muy mediático y marcó un antes y un después en la conciencia social respecto al bullying. No obstante, aún queda mucho por hacer y por saber acerca de esta forma de acoso que en España sufre el 1,6% de los niños y jóvenes estudiantes de manera constante, y el 5,8% de forma esporádica. Unos datos que dan sentido al libro Todos contra el bullying (Alienta Editorial), en el que se explica qué es exactamente el bullying, cómo atajarlo, cómo frenar al maltratador y cambiar su actitud, cómo restablecer la autoestima del acosado, cómo motivarle y qué acciones emprender ante la justicia. En definitiva, cómo detectar, evitar y solucionar el acoso escolar. En este libro se ofrecen respuestas a las preguntas que se pueden formular cualquier menor o adulto al enfrentarse a un caso de este tipo. Además, es también una inyección cargada de motivación para las víctimas, puesto que se verán reflejadas en muchas personas a las que admiran, como Messi, Cristiano Ronaldo o Lady Gaga, que también sufrieron acoso y lo superaron. Sus autores son María Zabay, licenciada en Derecho pero cuya trayectoria profesional ha estado siempre ligada a los medios de comunicación, y Antonio Casado, también licenciado en Derecho, trabaja como economista y abogado penalista, y está especializado en bullying. Fue el abogado particular de los padres de Lucía, el caso que dio origen a este libro.

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