Mucho más que lunares

"La flamenca de Pol Núñez es color. Yo no sé diseñar en blanco y negro". Delia Núñez Pol, alma máter de la firma sevillana, busca su inspiración en el colorido y la alegría de la mujer andaluza a la que lleva vistiendo 24 años.

La pasarela de We Love Flamenco, por la que ha apostado desde su primera edición, se ha convertido en el escenario perfecto para que esta sevillana construya un universo de vivas tonalidades y fusión de elementos flamencos, que este año buscan su inspiración en Oriente. Una mirada a culturas ancestrales, sin perder de vista el patrón del traje andaluz, que se materializa en mantones chinescos con motivos florales, en relucientes pendientes de influencia turca, ramilletes de flores exóticas o elegantes camafeos con motivos japoneses, que impregnan su nueva colección de un fresco sabor oriental.

Mezcla de tejidos y texturas, colores vibrantes y su personal técnica del patchwork, Pol Núñez sigue fiel a la esencia de su marca, pero su diseñadora da un paso más allá apostando por el concepto revolucionario para esta Feria de Abril, el flamenca-à-porter. Faldas, pantalones, camisas y hasta mantones convertidos en ponchos, clásicos de cualquier armario renovados en clave flamenca para vestir a la mujer andaluza en cualquier evento. Porque la moda flamenca está de moda también fuera de sus fronteras, por eso Más que lunares, el título que da nombre a su nueva creación, es una manera de reivindicar no sólo los volantes sino también la maestría de toda la moda andaluza en la que se inspiran los diseñadores más internacionales.

A pesar de arriesgar con una nueva idea de moda flamenca y ofrecer espectáculo encima de la pasarela, Pol Núñez conserva su sello personal. "Las clientas que vienen saben lo que van a encontrar", apunta la creadora. La flamenca de Pol Núñez es vibrante, alegre, colorista y conserva un encanto bohemio, al igual que sus colecciones de moda nupcial de las que se encarga su hermana María del Mar con la que comparte ideas e inspiración.

En un desfile lleno hasta la bandera, la aguja de Pol Núñez supo mezclar culturas con la misma maestría con la que fusiona tejidos y colores. Una primera flamenca coqueta que juega con los lunares y los estampados florales dio paso a una mujer sutil y delicada a base de gasas y tules, para terminar apostando por los lisos con una bata de cola azul que cerró el carrusel.

La hegemonía del mantón

El complemento flamenco por antonomasia fue el gran protagonista de la segunda jornada de We Love Flamenco. Así lo demostraba Rosario Solís en el primer desfile de la tarde con 25 mantones inspirados en la fauna de Doñana y en el patrimonio monumental de la ciudad de Sevilla. Todos confeccionados a través de la técnica tradicional en seda de primera calidad, el Salón Real del Alfonso XIII vio pasar todo un catálogo de mantones chinescos, isabelinos, de estampados florales y costumbristas, que rindieron homenaje a una de las piezas clave del traje de gitana. Más tarde, José Luis Camacho presentó su historia de amor parisina, una colección romántica cargada de sensualidad y contraste de colores inspirada en la ciudad de las luces. En su desfile se pudieron ver prendas de tendencia adaptadas a la moda flamenca como las quimonos, las capas y los ponchos, una alternativa novedosa para sustituir al mantón. La diseñadora Fabiola comenzó con su desfile con su propuesta infantil, moda flamenca para los más pequeños de cortes clásicos y colores alegres. El tradicional lunar, que poco se ha asomado por ahora por We Love Flamenco, se convirtió en el protagonista de su colección junto a los mantoncillos bordados, los mantones pintados a mano y las mantillas de encaje negro. El gran homenaje de la temporada llegó de la mano de Taller de Diseño, las creadoras Ángela y Adela presentaron una colección inspirada en la figura de la fallecida Duquesa de Alba en la que los complementos de aire boho reclamaron todas las miradas.