La ciudad de Sevilla es, sin duda, uno de los destinos predilectos para turistas de todo el globo, ostentando el honor de ser una de las capitales culturales, artísticas y gastronómicas de Europa y el mundo al completo. Por ello, cada año millones de personas deciden visitar la capital hispalense para gozar de su arquitectura, que reúne todo tipo de elementos de diversas épocas de la historia, la simpatía y hospitalidad de sus gentes y, evidentemente, su infinito catálogo cultural y de ocio.

A orillas del río Guadalquivir, todo tipo de historias y leyendas han tenido lugar, destacando si cabe la expedición española a las Américas, uno de los eventos que marcaron un antes y un después en la geopolítica internacional. 

Así pues, y a pesar del trascurso de los siglos, nuestra ciudad se ha mantenido inalterable como uno de los puntos destacados de todo el planeta en los que conocer al detalle el escenario de la historia de la humanidad, repleto de luces (y sombras) que ayudan a comprender cómo hemos llegado a donde estamos, en un mundo globalizado donde la tecnología desempeña un papel protagonista y llega a niveles que antaño se consideraban dignos de una novela de ciencia ficción.

Una de las cunas de todos estos avances y comodidades fue Sevilla, por lo que es una visita obligada para los amantes de la historia, además de poner a alcance de todos una gastronomía envidiada en todo el mundo y algunos de los conjuntos arquitectónicos más relevantes jamás construidos, desde la Giralda hasta la Plaza de España.

Tratar de encapsular todo lo que significa la capital hispalense en apenas unos párrafos es tarea imposible. Más aún teniendo en cuenta que la magia que esconden sus calles es, en definitiva, indescriptible.

Ahora bien, si algo podemos destacar los que aquí vivimos es que existe una época del año en la que Sevilla alcanza su máximo esplendor. Para todos aquellos que planeen visitar próximamente nuestro hogar, compartiremos la información imprescindible para poder disfrutar a tope de la ciudad sin exponerse a riesgos de insolación como los que conlleva esta ola de calor.

¿Cuál es la mejor temporada para visitar Sevilla?

La mayoría de visitantes y habitantes de la ciudad coinciden en que la mejor época para disfrutar de Sevilla es la primavera. Esto no solo se debe a que el clima es el más ameno y suave del año en esta estación, sino a que las celebraciones más conocidas de la ciudad trascurren en este periodo, siendo estas la Semana Santa y la Feria de Abril. Además, las calles quedan impregnadas por el dulce olor del azahar, experiencia sensorial que casi automáticamente se suele asociar con la capital hispalense.

Si te decides a visitar la capital andaluza en primavera, es necesario reservar con bastante antelación, ya que al ser unas fechas con gran demanda turística los precios suelen elevarse y la disponibilidad de alojamiento tiende a ser menos que en otras épocas.

Para evitar problemas o si quieres encontrar alojamiento a un precio inferior, el mes de octubre es otra muy buena opción para visitar Sevilla.