El Callejón del Niño Perdido: historia del peculiar nombre de este lugar en la provincia de Sevilla

Esta calle se encuentra en uno de los pueblos más famosos de la provincia por su tradición flamenca

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Callejón del Niño Perdido
Callejón del Niño Perdido / turismosevilla.org

Sevilla está repleta de numerosos secretos y lugares escondidos que, en ocasiones, pasan desapercibidos a ojos de visitantes e incluso lugareños. Tanto la capital como los municipios que conforman su provincia cuenta con algunos rincones plagados de leyendas e historias curiosas que merece la pena conocer.

Uno de estos lugares es el Callejón del Niño Perdido, una pequeña vía con mucho encanto ubicada en pleno corazón del casco antiguo de Utrera, localidad de Sevilla. Este se caracteriza por contar con una curiosa puerta de entrada en la que hay una cruz y una concha, posiblemente perteneciente, esta última, a una de las señales del Camino de Santiago andaluz. También cuenta con un retablo cerámico. El Callejón del niño perdido transita a lo largo de paredes encaladas repletas de macetas con flores de diferentes tipos y colores a las que se accede a través de un arco.

Este callejón fue utilizado, en épocas pasadas, como una pequeña puerta para atravesar las murallas. Es su estructura, algo angosta y tortuosa la que indica que es el lugar de acceso a la antigua judería de Utrera. De esta forma, guarda claro parecido con los barrios que los judíos ocuparon en toda Europa al comienzo de la Edad Media y que en Sevilla capital se identifica con el Barrio de San Bartolomé y Santa Cruz. Se tiene constancia de la presencia de judíos y judías en esta calle cuando estos estaban en la Península Ibérica, ya que se han encontrado los restos de una antigua sinagoga, que se convertía en el centro de reunión de la comunidad judía.

El porqué de su nombre

El callejón que en la actualidad es conocido como «El Niño Perdido» y que históricamente fue uno de los lugares centrales de la actividad comercial de Utrera, pasaría a tener posteriormente un hospital. Una de las hipótesis que se barajan respecto al nombre que adquirió esta zona del pueblo es que en este lugar acogían a niños que no tenían ni padre ni madre y habían sido abandonados. Este hecho sería el que le otorgaría el nombre que hoy conocemos a esta vía utrerana.

Tal y como queda recogido en la página web de Turismo de la Diputación de Sevilla, los estudios arqueológicos de la zona también han indicado que este callejón fue utilizado como cementerio. En la actualidad tanto el callejón del Niño Perdido como sus inmediaciones, todas de gran belleza, se encuentran ocupadas por viviendas particulares y locales de restauración.

Sobre Utrera

Ubicada en la Campiña, Utrera es una de las ciudades más longevas de la provincia sevillana. Su cultura se remonta a los tiempos del Neolítico con el descubrimiento de la necrópolis de Oliver Alto, de origen prehitórico. En la época romana Plinio la situó entre las ciudades más importantes de la Bética con el nombre de Castra binaria.

Su actual nombre es posible que proceda de Odres o Utres, el lugar donde se transportaba el vino. En la época visigoda se pierde la historia de Utrera, para ser recuperada algo más tarde, durante la época musulmana. Tras la conquista de estas tierras por parte de Fernando III, Utrera sería donada a 200 caballeros.

En la actualidad este municipio es conocido en toda Andalucía por ser una de las cunas del flamenco en la región y celebrar una de las ferias más populares de toda la provincia. Cuenta con varios monumentos y lugares emblemáticos como la Plaza de la Constitución, el castillo árabe, la iglesia de Santa María de la Mesa o la de Consolación.

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