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Los orígenes de la Velá de Santa Ana en Triana

El puente de Triana iluminado durante la Velá de Santa Ana

El puente de Triana iluminado durante la Velá de Santa Ana / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

Hablar del verano en Sevilla es hablar de la Velá de Santa Ana en Triana. De celebrar Santiago Apóstol y Santa Ana como se merece. Como marca una tradición que se mantiene impertérrita desde hace un siglo, pero que tiene su germen varios siglos atrás. La Velá de Santa Ana, tal y como la conocemos actualmente, la que este año tendrá lugar del 21 al 26 de julio, con su cartel, su Pregón, la designación de sus trianeros más ilustres y sus actividades, se implantó a principios del siglo XX. Pero es una evolución natural de la que es la fiesta más antigua de Sevilla. Estos son los orígenes de la Vela de Santa Ana en Triana.

La Velá de Triana en honor a Santa Ana nació en el siglo XIII. La historia de su creación tiene su raíz en el reinado de Alfonso X, que, prometió levantar un templo en honor a Santa Ana si conseguía curarse de una enfermedad ocular que padecía. La mejora física del monacal derivó en el inicio de las obras para cumplir su promesa en 1266 y en la posterior costumbre de los vecinos de Triana y Sevilla de acudir a dicho templo a estar junto a la virgen en la noche previa al 26 de julio (Santa Ana).

De cita religiosa a evento popular

Concurso de la Cucaña en el Guadalquivir Concurso de la Cucaña en el Guadalquivir

Concurso de la Cucaña en el Guadalquivir / JUAN CARLOS MUÑOZ

Y lo que en principio se trataba únicamente de acto de fe, de creencia, de carácter religioso, terminó convirtiéndose en un evento popular que congregaba a buena parte de los sevillanos, en general, y trianeros, en particular, que se aglutinaban en torno a la Iglesia, y se distribuían por las calles del barrio hasta llegar al río, cantando y bailando en convivencia. 

El tradicional concurso de la 'Cucaña' entró en el programa de la Velá de Santa Ana en el año 1910

El Guadalquivir se convirtió entonces en el escenario perfecto para aglutinar todo tipo de actividades en torno a la velá. Nada que ver con las competiciones de pádel, fútbol sala, dominó, ajedrez, pesca o regatas de piragüismo que se plantean en la actualidad. Por entonces esas actividades más artesanales, de fortaleza, destreza manual o agilidad mental complementaban el sentido homenaje a las imágenes religiosas.

Siglos después surgirían los puestos y la más tradicional de las actividades que aún se mantienen: el concurso de la 'Cucaña', que entró en el programa en el año 1910 y en el cual los participantes deben intentar alcanzar un banderín colocado en el extremo de una barcaza al que deben llegar recorriendo un poste horizontal embadurnado con grasa.

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