Pablo Alfaro, ex futbolista profesional, médico y entrenador, correrá sin ver ni oír la Nocturna del Guadalquivir

De este modo quiere llamar la atención sobre una realidad para muchos aún desconocida y animar a que se colabore con la ONG APASCIDE

Pablo Alfaro, durante una rueda de prensa de la pasada temporada con el Murcia.
Pablo Alfaro, durante una rueda de prensa de la pasada temporada con el Murcia. / M.G.

La Nocturna del Guadalquivir KH-7 es más que una prueba deportiva. Entre los 25.000 corredores que participarán en la 37 edición se podrá ver a unas cuantas personas corriendo de tres en tres agarrados a una barra. No es por capricho: la persona que va en medio es sordociega. Corre sin ver ni oír, guiada por los otros dos corredores situados en los extremos. Alrededor de ellos, formando un perímetro de seguridad, varios voluntarios irán abriendo paso, alertando a los demás corredores de la proximidad de tan especial triada.

Quienes los vean pasar serán testigos de una nueva victoria de nuestra sociedad: La inclusión en mayúsculas. Victoria también de los más de 60 voluntarios que, coordinados por Apascide – Asociación Española de Familias de Personas con Sordoceguera, harán posible que, de esta emblemática carrera popular, disfruten como uno más ocho personas sordociegas del Centro Santa Ángela de la Cruz situado en Salteras, Sevilla (uno de los proyectos más importantes de la ONG).

Hace unos días Pablo Alfaro se enteró de la participación de estas ocho personas sordociegas y decidió aportar su grano de arena en esta lucha por romper barreras afrontando un duro reto personal: correrá como si fuera uno ellos junto a ellos. Se tapará sus ojos y sus oídos y tratará realizar el recorrido completo:

“En mi vida he lidiado muchas veces con la adrenalina en importantes competiciones deportivas. No necesito más, pero me he planteado este emocionante reto porque la causa lo merece. Ojalá pueda contribuir a darles visibilidad”.

Como dice Pablo, la causa lo merece. Ya no sólo es la noche del próximo viernes. Para llegar a ella ha sido necesario el esfuerzo y el trabajo de muchas personas. Porque para que un sordociego llegue a estar en disposición de disfrutar de un evento de este tipo, previamente se tienen que haber cubierto otras necesidades básicas, entre la que destaca algo tan cotidiano, normal y “asumido” como la comunicación. La sordoceguera conlleva un riesgo extremo de aislamiento y desconexión del mundo. Para luchar contra esto hace falta amor, conocimientos y la prestación de una atención individual y especializada. Lo que supone un gran esfuerzo económico.

APASCIDE agradece a Pablo Alfaro el que les acompañe en esta lucha. A los trabajadores que correrán de manera voluntaria. Al personal de las tiendas Decathlon Sevilla, que un año más echarán una mano imprescindible, parte de la estrecha colaboración existente entre la Fundación Decathlon y la ONG. También a AFOPRODEI, que aportará sus sillas Joëlette (algunas de las personas con sordoceguera participantes tienen además problemas de movilidad). Y de manera más general, APASCIDE agradece a todos los que con su apoyo económico a través de este enlace (https://forms.gle/tPKNbNG74Kh1rYjt7) sostienen su labor.

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