El paraíso natural a media hora de Sevilla con paisajes espectaculares declarado Patrimonio de la Humanidad
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A 37 kilómetros de Sevilla en dirección hacia la provincia de Huelva, un trayecto que en coche se hace en algo más de media hora, se encuentra el inicio de una de las zonas naturales más importantes no solo de Andalucía sino de toda España. Se trata de Doñana, un espacio único en el continente europeo que sirve de zona de paso de especies de aves migratorias y en el que hay diferentes tipos de cultivo propios del clima mediterráneo, aunque con cierta influencia del atlántico, que hace que sus paisajes sean únicos en la provincia.
Extensas zonas repletas de pinares y largos kilómetros de arrozales repletos de agua son dos de los parajes protagonistas en la zona de este Parque Nacional perteneciente a la provincia de Sevilla y que se extiende, a su vez, por Huelva y Cádiz.
La importancia de Doñana
El Parque Nacional de Doñana se extiende sobre una superficie de 54.251 hectáreas entre los términos municipales de Almonte e Hinojos, en Huelva, y de Aznalcázar y La Puebla del Río, en la provincia de Sevilla. En su territorio incluye un mosaico de ecosistemas de gran valor ecológico entre los que hay marismas, dunas móviles, cotos o arenas estabilizadas, pinares, playas y un espacio ecotonal o de transición entre las arenas y la arcilla denominado «La Vera».
Su relevancia es tal que en 1981 el Parque Nacional de Doñana fue declarado Reserva de la Biosfera del Programa de la Unesco Hombre y Biosfera. Un año más tarde, en 1982, quedaría incluido en la lista de zonas húmedas de importancia internacional como hábitat de aves acuáticas del Convenio de Ramsar.
En 1985, recibe el Diploma del Consejo de Europa a la Gestión y Conservación, que ha ido renovando cada cuatro años hasta la actualidad. En 1988, fue declarado Zona de Especial Importancia para las Aves (ZEPA). En 1994, coincidiendo con el XXV aniversario de su creación, la UNESCO lo inscribió en la lista de lugares considerados Patrimonio de la Humanidad.
Las marismas del Guadalquivir
La zona de Sevilla que comprende el Parque Nacional de Doñana se ha convertido en todo un descubrimiento en el que se suceden dehesas, bosques, ríos y marismas que han servido, entre otras cosas, para la siembra de arroz en los municipios de Coria del Río, La Puebla del Río e Isla Mayor. Sus paisajes y la biodiversidad que se puede encontrar en ellos han dado lugar a uno de los ecosistemas más importantes del continente. A esta zona se puede llegar tanto en turismo como en barco, ya que es el lugar del paso del río Guadalquivir, aunque hay quien prefiere recorrer el sendero en bicicleta.
Adentrarse en las marismas del Guadalquivir y, más específicamente, hacerlo durante la puesta de sol, es un espectáculo asegurado de colores en el que, con suerte, se podrán divisar algunas especies animales que viven ahí durante todo el año o que hacen de Doñana su zona de paso. Gracias a dichos arrozales, en esta zona también es común degustar diferentes guisos hechos a base de arroz que acompañan con perdices, pato o liebre.
Los pinares de Aznalcázar
Adentrándose en las marismas y con dirección a Aznalcázar, se encuentran los pinares de este municipio, una gran extensión de tierra abarrotada de estos árboles que constituyen uno de los espacios forestales de mayor interés ecológico dentro de la provincia de Sevilla.
Su situación geográfica próxima a las marismas del Guadalquivir, su gran área de extensión repartida entre los términos municipales de Aznalcázar y Puebla del Río en la mitad sur de Sevilla y su gran variedad de ecosistemas, así como su densa masa arbórea, hacen de este lugar un punto idóneo para que habite en él una gran variedad de especies, como el lince ibérico.
Las aves utilizan estos hábitats como dormidero, zona de alimentación, nidificación e invernada. Entre ellas destacan algunas en peligro de extinción como los jóvenes de águila imperial ibérica (aguila adalberti) o los flamencos.
Se encuentran presentes en los pinares aproximadamente 205 especies de vertebrados entre mamíferos, aves, reptiles y anfibios. Esto indica la gran importancia que, junto a la diversidad vegetal, componen el mapa faunístico y floral de este enclave ecológico llamado pinares de Aznalcázar y Puebla del Río y que hoy constituye uno de los paisajes más espectaculares de la provincia sevillana. Gracias al valor que se le ha dado a este área, hay algunos lugares dentro de los pinares que están habilitados para hacer barbacoas durante la época del año en que está permitido así como juegos infantiles o áreas recreativas.
Recorrer la carretera que une Coria del Río y La Puebla con Aznalcázar es toda una excursión en la que la belleza, la calma y la buena comida están aseguradas a menos de una hora de Sevilla capital.
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