Rutas de senderismo

Ruta por la Cornisa del Aljarafe en Gelves, un mirador privilegiado a Sevilla

Vistas desde la Cornisa del Aljarafe.

Vistas desde la Cornisa del Aljarafe. / Emilio J. De los Santos

El Valle del Guadalquivir está delimitado geográficamente al oeste por una meseta cuya altura media es de unos 100 metros sobre el nivel del mar, suponiendo un contraste importante respecto a los 10 o 12 metros de la vega del río. Conocida como Cornisa del Aljarafe o La Barranca, supone un auténtico pulmón para la comarca que se asienta sobre ella. La ruta que vamos a describir a continuación recorre este escalón por su zona sur, concretamente, por Gelves. A lo largo del trazado vamos a disfrutar de unas vistas muy interesantes de Sevilla y de gran parte de su área metropolitana.

Marcamos como punto de inicio la urbanización de Simón Verde, en la parte elevada de la localidad gelveña. Arrancamos en la calle Mezquita y vamos tomando una curva a la derecha hasta la calle Cañada de la Viña. Al desembocar en ella, viramos a la izquierda hasta el final. El asfalto se acaba en una explanada. La atravesamos rumbo sur hasta enfilar un camino de tierra que va a la espalda de las casas. Al fondo, seguimos el perímetro de la tapia trasera de los chalets para dar con una rotonda.

Seguimos un carril de tierra que va a la espalda de los chalets. Seguimos un carril de tierra que va a la espalda de los chalets.

Seguimos un carril de tierra que va a la espalda de los chalets. / Emilio J. De los Santos

Cruzamos la glorieta rumbo a la Avenida de América, en ligero ascenso. Pronto vemos a la derecha el acceso al Parque de El Cañuelo, donde ya veremos el desnivel que hay desde la Cornisa del Aljarafe. Seguimos el camino que va por el exterior, por el borde. Desde aquí disfrutaremos de una gran panorámica del valle del Guadalquivir: podremos ver Coria del Río al sur; la zona de El Copero, el Puerto de Gelves o la esclusa al este; y Sevilla al norte. 

Vistas al sur desde la cornisa. Vistas al sur desde la cornisa.

Vistas al sur desde la cornisa. / Emilio J. De los Santos

Tras una ligera curva a la izquierda, nos encontramos con dos senderos: avanzamos por el que va bajando. En la próxima bifurcación, continuamos recto. El camino es ahora más estrecho y va en bajada entre abundantes olivos. Este Parque de El Cañuelo recibe el nombre del antiguo cortijo que había aquí. Veremos algunos restos del mismo. Asimismo, destaca la antigua mina de agua de Gelves, con una llamativa portada manierista. Podremos acceder al interior. La creencia popular dice que estos pasadizos atraviesan completamente la cornisa.

Comenzamos a descender. Comenzamos a descender.

Comenzamos a descender. / Emilio J. De los Santos

Continuamos rumbo al norte por una zona con más densidad de vegetación, muy agradable. Siguen predominando los olivos, pero puede que veamos algunos pinos carrascos. El recorrido nos acerca al perímetro de la Piscina de El Cañuelo. No nos apartamos de esta vereda. 

Abajo tenemos la antigua mina del agua de Gelves. Abajo tenemos la antigua mina del agua de Gelves.

Abajo tenemos la antigua mina del agua de Gelves. / Emilio J. De los Santos

El Parque de El Cañuelo da paso al de Los Manantiales. Recibe el nombre de las abundantes canalizaciones que reciben el agua de la ladera para regar las huertas próximas. Podremos ver una de ellas con bastante altura y una cascada. A pocos metros, volvemos a pisar asfalto por la calle Joaquín Benavente Molina. Toca caminar ahora por un tramo urbano y es posible que veamos señales en los cruces del Corredor Verde Metropolitano. Nos ayudarán a orientarnos aquí. En la primera bifurcación, bajamos por la calle Joaquín Bazo Campos hasta encontrarnos con la Iglesia de Santa María de Gracia Coronada, templo barroco que se remonta al siglo XVI. Seguimos la calle Párroco Juan de Dios Corrales Gálvez para encadenar, sin cambiar de rumbo, la calle Arriba. Pasadas unas casas abandonadas, entramos en el Parque El Pandero.

Un canal que recoge agua de la colina. Un canal que recoge agua de la colina.

Un canal que recoge agua de la colina. / Emilio J. De los Santos

Esta zona verde también recibe el nombre de otro antiguo cortijo. Veremos sus ruinas en el centro, así como un antiguo acueducto. El parque cuenta con muchos árboles frutales y nos encontraremos con algunos animales de granja en semilibertad. Merece la pena dar una vuelta por estos terrenos.

El parque tiene muchos naranjos y animales de granja en semilibertad. El parque tiene muchos naranjos y animales de granja en semilibertad.

El parque tiene muchos naranjos y animales de granja en semilibertad. / Emilio J. De los Santos

En el lateral oeste del parque, observaremos que un sendero inicia el ascenso de nuevo por la ladera de la cornisa. Aquí hay una encrucijada. Conviene recordar este punto porque volveremos aquí dentro de un rato. Doblamos a la derecha, en subida. Afrontamos ahora un tramo con una trocha delimitada por dos pendientes laterales pronunciadas. La vereda encadena varios repechos. Justo cuando veamos de frente la Hacienda de Simón Verde, viramos poco a poco a la izquierda hasta que el terreno se aplane. Entramos en una zona de umbría con bastante vegetación y con algún que otro árbol centenario.

La trocha es estrecha y tiene algunos tramos con pendiente. La trocha es estrecha y tiene algunos tramos con pendiente.

La trocha es estrecha y tiene algunos tramos con pendiente. / Emilio J. De los Santos

Continuamos bordeando la ladera por una zona que parece que se ha empleado ilegalmente como pista de motocross, con mucha irregularidad en el terreno. Daremos con un cruce con un camino que atraviesa la vaguada de la derecha. Así conectamos con un amplio carril y doblamos a la derecha otra vez.

Tras un giro a la izquierda, entramos en una zona algo más amplia y más frondosa. Tras un giro a la izquierda, entramos en una zona algo más amplia y más frondosa.

Tras un giro a la izquierda, entramos en una zona algo más amplia y más frondosa. / Emilio J. De los Santos

Este sendero va a menos altura que la trocha de antes. Regresamos al entorno del Parque El Pandero, justo a la encrucijada de antes, aunque ahora avanzamos de frente. El perfil se endurece algo por aquí: sube con fuerza hasta el Depósito de Agua de Simón Verde. Es un trecho corto pero inclinado algo resbaladizo. Arriba, tendremos aquí una bonita panorámica del valle.

Ascendemos al depósito de agua de Simón Verde. El mirador nos ofrece otra bonita panorámica. Ascendemos al depósito de agua de Simón Verde. El mirador nos ofrece otra bonita panorámica.

Ascendemos al depósito de agua de Simón Verde. El mirador nos ofrece otra bonita panorámica. / Emilio J. De los Santos

Caminamos otro kilómetro junto a una hilera de árboles y después junto a varios edificios abandonados antes de encontrarnos con una calle que se cruza perpendicularmente a un nivel inferior. Doblamos a la derecha en busca de una calle lateral con el apropiado nombre de calle Cornisa del Aljarafe. Atravesamos una rotonda y seguimos de frente por la calle Almenso. A la izquierda, tenemos el Cementerio de Gelves.

Avanzamos por una zona llana junto a las ruinas de varios edificios. Avanzamos por una zona llana junto a las ruinas de varios edificios.

Avanzamos por una zona llana junto a las ruinas de varios edificios. / Emilio J. De los Santos

El sendero que nace frente al camposanto nos devuelve al Parque de El Cañuelo, por el que ya pasamos al principio de la excursión. Sólo queda deshacer lo andado hasta el inicio, aunque en vez de ir por el camino de tierra tras las casas, podemos regresar por la acera de la Avenida de México.

Visitamos el cementerio de Gelves. Visitamos el cementerio de Gelves.

Visitamos el cementerio de Gelves. / Emilio J. De los Santos

Como hemos podido ver, se trata de una ruta con bastante variedad que pasa por muchos puntos de interés. Para nada es pesada ni peligrosa y se puede hacer en familia perfectamente. 

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