Cinco secretos de Sevilla que quizás desconozcas

Sevilla guarda algunos lugares y curiosidades poco conocidas que no dejan de llamar la atención

Por qué se llama así el Patio de Banderas

Los restos arqueológicos de la cripta situada bajo el Patio de Banderas.
Los restos arqueológicos de la cripta situada bajo el Patio de Banderas. / Juan Carlos Vázquez

Visitar Sevilla es uno de los planes preferidos por turistas tanto nacionales como internacionales, especialmente durante los meses de primavera. Recorrer las calles de la antigua Judería, adentrarse en los Reales Alcázares, entrar en la Catedral de Sevilla, pasear en barca por la plaza de España o acceder al mirador de las Setas de la Encarnación son algunos de los planes casi obligados que ofrecen la mayoría de guías de turismo y portales de internet.

Sin embargo, más allá de estos emblemáticos monumentos, hay una Sevilla algo desconocida, incluso oculta, que merece la pena conocer y que, además, está poco frecuentada. Desde Triana hasta el Casco Antiguo de Sevilla ¡, aquí te hablamos de ocho lugares de la ciudad que son casi secretos, incluso para los sevillanos y sevillanas.

Los bebés de Aníbal González

Aníbal González fue uno de los arquitectos más importantes de Sevilla. A él se le deben obras como el Pabellón Mudéjar, la capilla de la Virgen del Carmen o la famosa Plaza de España. En consecuencia, junto a esta se erige una estatua en su honor que mira directamente a esta plaza semielíptica. Sus autores fueron el arquitecto Manuel Osuna, y escultores Manuel Nieto López y Guillermo Plaza, tres profesionales que al terminar su trabajo quisieron dejar en él una marca que a día de hoy se puede ver a la altura de las piernas de la estatua. Se trata de tres manos de bebés en honor a los hijos de los autores de esta obra, que justo ese año acababan de nacer.

Esta estatua podremos encontrarla en la Plaza de España
Esta estatua podremos encontrarla en la Plaza de España / Turismosevillayprovincia.com

El microteatro escondido

En pleno mercado del barrio de Triana se encuentra, casi escondida, una pequeña sala de teatro que apenas tiene aforo para 28 personas. Se trata de la Casa Lateatro y, curiosamente, pasa desapercibida entre puestos de alimentos como verduras, carne y pescado. El escenario de esta peculiar sala que nació en 2012 tiene una dimensión de tres metros cuadrados, suficientes para representar las obras que allí se interpretan.

Casa Lateatro
Casa Lateatro / Casa Lateatro

Una cripta oculta bajo tierra

En los años 70, bajo el actual Patio de Banderas se hallaron unos restos arqueológicos que podrían datar, en su parte más antigua, de la Edad de Bronce. En la actualidad el acceso a esta cripta, que forma parte de los Reales Alcázares, está cerrado. Por contra, la asociación de conservacionistas Adepa, reclama que se reabra el acceso mediante visitas controladas a las instalaciones.

Los restos arqueológicos de la cripta situada bajo el Patio de Banderas.
Los restos arqueológicos de la cripta situada bajo el Patio de Banderas. / Juan Carlos Vázquez

Un hombre de piedra en la calle

Cerca de la Alameda de Hércules, junto a la calle Jesús del Gran Poder, se encuentra la calle Hombre de Piedra, llamada así porque en ella hay un busto de piedra que parece estar encajado en la pared. Cuenta la leyenda que en el siglo XV y durante la noche andaba bebiendo en una taberna junto a sus amigos un sevillano conocido como Mateo el Rubio. Cuando ya se iba, pasó junto a la puerta del bar el Santísimo Sacramento, que obligaba a arrodillarse a todo aquel que lo viera procesionar. Aunque todo el mundo se puso de rodillas en ese momento, Mateo decidió desafiarlos y se quedó de pie. En ese instante, según constata esta historia, cayó sobre él un rayo, convirtiéndole en una estatua de piedra que aún hoy permanece en el mismo lugar. La versión más plausible sostiene que, en realidad este busto podría pertenecer a la estatua de unas termas que se hallaban en ese enclave.

El Hombre de Piedra que da nombre a la calle
El Hombre de Piedra que da nombre a la calle / Lo Que Esconde Sevilla

El corazón de Juan Belmonte

En la Plaza del Atozano, en pleno barrio de Triana, se puede observar la estatua de bronce dedicada al torero Juan Belmonte, en cuyo pecho y a la altura de donde estaría el corazón, hay un hueco. Si se mira a través de él se puede tener una imagen perfecta de la Giralda, como si de una foto se tratara. Este guiño inmortaliza el amor de Belmonte por Sevilla.

Escultura a Juan Belmonte
Escultura a Juan Belmonte / andalucia.org

Una tumba en un parking

En el aparcamiento subterráneo que hay en la calle Cano y Cueto se encuentran, a la vista de todo el mundo que acceda al aparcamiento, los restos de un enterramiento judío de la Edad Media. Estos están visibles a través de una vitrina de cristal. Se encuentra concretamente a la derecha de la rampa de entrada, en la plaza número 9, junto a la pared. La tumba es de ladrillo abovedado y está en buen estado de conversación. De este hallazgo habla la sevillana Lost in Seville en uno de sus vídeos.

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