Dastis destituye al cónsul en Washington por mofarse de Susana Díaz

Enrique Sardà, destinado en Washington, se burló en Facebook del acento y del vestido de la presidenta en un acto con la Reina

La Reina y Susana Díaz en Málaga la semana pasada.
La Reina y Susana Díaz en Málaga la semana pasada. / Javier Albiñana
Redacción

Madrid · sevilla, 02 de agosto 2017 - 02:34

Unas pocas horas bastaron ayer al ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, para fulminar al cónsul en Washington, Enrique Sardà Valls, por sus comentarios en los que ridiculizó a la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz. El Ministerio de Asuntos Exteriores confirmó que había emprendido "los trámites necesarios" para la destitución de Sardà, una "decisión discrecional" del ministro, según fuentes de su departamento. No obstante, la destitución del diplomático está firmada por la subsecretaria Beatriz Larrotcha.

En un texto en su cuenta de Facebook, plagado de faltas de ortografía pretendiendo reproducir un supuesto acento andaluz, el cónsul escribió: "Verano tórrido. Hay q ber q ozadia y mar gusto la de la susi. Mira que ponerse iguá q letirzia. como se ve ke no sabe na de protoculo ella tan der pueblo y de izquielda. nos ha esho quedar fatá a los andaluse. dimicion ya".

Hay q ber q ozadia y mar gusto la de la susi. Mira que ponerse iguá q lertizia"

Sin embargo, el cese llegó para el cónsul. Y por la vía rápida. Fue el resultado de la burla que dirigió principalmente a la jefa del Ejecutivo autonómico por llevar un vestido similar al de la reina Letizia en la reunión de los directores del Instituto Cervantes que se celebró la semana pasada en Málaga y extendió a los andaluces al mofarse de su acento.

La reacción del Gobierno andaluz no se hizo esperar. Su vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, habló por teléfono con el titular de Exteriores y le transmitió el profundo malestar que habían provocado los comentarios de Sardá, al tiempo que le pidió una "rectificación pública" del cónsul o su "reprobación". Dastis, nacido en Jerez, se mostró sorprendido, ya que desconocía el incidente del que le informaba el número dos del Ejecutivo autonómico. "Un responsable público tiene que comportarse con la debida cortesía y acorde a la representatividad que le ha otorgado el pueblo español",sentenció el vicepresidente de la Junta, que añadió que "este señor no está a la altura del cargo público que ostenta".

El también consejero de la Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática envió además una carta al jefe de la diplomacia española en la que le solicitaba formalmente que el cónsul fuera reprobado.

En su misiva, Jiménez Barrios le recuerda al ministro que el autor del comentario "no es sólo un ciudadano que ejerce su libertad de expresión haciendo una declaración desafortunada", sino que se trata de un representante diplomático del Gobierno de España "en una de las principales ciudades del mundo, la capital de los Estados Unidos".

"La noticia que se hace eco del comentario insultante está teniendo una amplia repercusión en los medios de comunicación, causando un perjuicio a la imagen de la presidenta del Gobierno andaluz y al propio nombre de Andalucía", lamenta.

Según el vicepresidente de la Junta, dicho comentario "abunda en los tópicos más desgraciados sobre esta tierra y demuestra un desprecio hacia Andalucía y hacia su presidenta que descalifica de raíz a quien lo escribe".

Tras criticar que un cónsul insulte "de manera soez" a la presidenta de la Junta y que haga "una imitación grosera del acento y la escritura andaluza", Jiménez Barrios reclama en la carta a Dastis que exija las "disculpas" del cónsul y que tome sobre él "las medidas que consideres oportunas".

Por su parte, Susana Díaz aseguró en su cuenta oficial de Twitter que se siente "orgullosa de ser andaluza" y de su "acento andaluz", en respuesta a los comentarios del cónsul.

"Por desgracia, los andaluces nos hemos acostumbrados a ser objeto de algunas mofas y comentarios improcedentes por parte de algunos dirigentes políticos que utilizan los tópicos y los prejuicios para mostrar su desprecio a esta tierra, así que ahora que el Gobierno ha decidido no pasar por alto estos insultos, no queda más que agradecer la decisión del ministro", afirmó Jiménez Barrios al conocer la destitución de Sardá.

Una dilatada trayectoria con bronca incluida en Australia

Aunque se haya comportado como uno de ellos, Enrique Sardá no ofrece precisamente uno de esos perfiles garrulos que, escondidos en el anonimato o disfrazados con un seudónimo, son mayoría en la selva de las redes sociales. Nacido en Barcelona en 1952, se licenció en psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona e ingresó en la carrera diplomática en 1979. Sus valijas han conocido Colombia, Senegal, Venezuela, Polonia e Italia, entre otras muchas delegaciones. En 2002 fue jefe adjunto de la misión de la Unión Europea en los Balcanes, con sede en Sarajevo. En Australia, donde desempeñó el mismo cargo que ha tenido que dejar ahora en Washington por sus gracias hacia la presidenta andaluza, protagonizó en 2006 un incidente junto a su marido, Michael Kopietz, al que acusó ante la Policía de haberlo amenazado y abofeteado durante una discusión que comenzó en el dormitorio. Sardá también mostró su disgusto porque su pareja destrozó unas macetas de su propiedad. Al parecer, Kopietz estaba bajo los efectos de alguna droga. Posteriormente, hicieron las paces.

stats